Aprobación complicada de créditos externos

La aprobación de siete cuantiosos créditos en la Asamblea Legislativa ha significado un verdadero vía crucis y aun así no ha terminado su dilatado periplo, ya que todavía falta mucho tiempo para que se concreten y dejen de ser una preocupación para el pueblo boliviano.
Esos siete créditos significan que el país se endeudará con 850 millones de dólares más, significando en esa forma un notable incremento de la deuda externa nacional, ya bastante abultada y que inclusive no está pudiendo ser pagada por el Estado, debido a la crisis en que se encuentra la economía nacional, por causas que son conocidas por toda la opinión pública.
Para llegar a ese estado de cosas, los créditos debieron esperar casi un año en niveles parlamentarios y, cuando parecía que solo serían aprobadas en el tiempo de las calendas griegas, la presión oficialista y un bloqueo de caminos ordenada por el caudillo Evo Morales, hizo que el asunto sea puesto en mesa. En efecto, diputados y senadores acordaron poner en consideración el asunto, pero previo pacto, según el cual la aprobación de los créditos externos estaba condicionada al tratamiento del caso de los altos magistrados prorrogados.
No obstante, el tema se trancó y el pacto fue roto. Pero gestiones aceleradas permitieron que el caso de esos préstamos siga adelante, como en efecto ocurrió, cuando el Senado aprobó la devolución del texto respectivo a Diputados, donde aún tendrá que recibir la bendición de sus miembros.
Entonces, el proyecto de ley que aprueba los préstamos de 850 millones en total pasará al Poder Ejecutivo que, enseguida, lo aprobará. Pero, tampoco ese paso permitirá que los créditos se pongan en aplicación. En efecto, deberá pasar mucha agua debajo los puentes para que el dinero llegue al país y empiecen los trabajos de vías camineras, electrificación y otros.
Aun así, deberán hacerse las licitaciones y habrá otras esperas antes del comienzo de las obras, tiempo que sería de uno a dos años. En esa forma, se tendrá que esperar mucho todavía para que el dinero de esos créditos sea invertido en obras para el país. De esa manera, no es probable que esos dólares lleguen rápidamente para la calmar la sed del Estado Plurinacional. Así, el pan al parecer se ha quemado en la puerta del horno.
Pero, eso todavía es poco. Las obras comenzarán a funcionar en dos, tres o más años, así que el “milagro” no está cerca de dar sus frutos para beneficio de las poblaciones. Y es que en torno a la promulgación de esos siete créditos capitales, han circulado algunas versiones engañosas, afirmando que ese dinero entrará en circulación de inmediato y que en esa forma se resolverá el problema de la escasez de dólares y los importadores volverán a tener divisas para traer alimentos, repuestos, tejidos, y toda clase de productos que importamos, porque no los producimos.