Durante tres meses, investigadores brasileños realizaron un seguimiento de 74 pacientes que se sometieron a 12 sesiones de auriculoterapia de 15 minutos de duración cada una y observaron la remisión de los síntomas. La milenaria técnica china no causó efectos colaterales, de acuerdo con los resultados publicados en la revista JAMA Network Open.
La acupuntura del oído, acupuntura auricular o auriculoterapia recomendada por la Organización de Salud (OMS), que se ofrece como práctica integrativa desde el año 2006 en la red nacional de salud pública de Brasil (conocida como SUS, las siglas del Sistema Único de Salud), es segura para pacientes con depresión y logró disminuir los síntomas de la enfermedad en el marco de un estudio a cargo de investigadores de ese país sudamericano vinculados a la Universidad de Sao Paulo (USP) y a la Universidade do Sul de Santa Catarina (Unisul). Los resultados de dicho trabajo se publicaron en el periódico científico JAMA Network Open y refuerzan el potencial de esta terapia como tratamiento complementario frente a un problema que motiva cada vez más consultas en la red sanitaria pública del país, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud nacional.
La depresión constituye una de las principales causas de incapacidad en todo el mundo, de acuerdo con la OMS. En Brasil, la prevalencia en el transcurso de la vida se ubica entre las más altas: alrededor del 15,5 %. Es responsable también de un 10,3 % de los años de vida perdidos (un concepto que se emplea para cuantificar la cantidad de años de vida que una población deja de vivir en caso de muerte prematura).
No obstante, reciben el tratamiento adecuado con psicoterapia y medicamentos menos de la mitad de las personas afectadas en el mundo –en algunos países esta cifra es de menos del 10 %– debido a trabas tales como su alto costo y sus efectos colaterales (el malestar gástrico y la alteración de la libido ocasionados por el uso de fármacos). Este escenario aumenta el interés en opciones más económicas y no farmacológicas: en Estados Unidos, una tercera parte de la población es adepta a estas alternativas.
Este es el caso de la acupuntura del oído, una milenaria técnica china que se vale de agujas de precio accesible –para hacerse una idea, el paquete con 50 unidades, una cantidad suficiente como para realizar 10 sesiones, cuesta menos de 10 reales– para estimular los nervios del pabellón auricular, principalmente el nervio vago, y activar áreas del cerebro relacionadas con la depresión. Es sencilla y rápida (dura de cinco a 15 minutos), y tampoco requiere largas capacitaciones de los profesionales de la salud (enfermeros, médicos, acupuntores, fisioterapeutas o naturólogos) que la ejecutan, al contrario de la acupuntura tradicional. Sin embargo, su eficacia y su seguridad para tratar el trastorno psiquiátrico específico aún no han sido completamente determinadas.
Evidencias de este tipo fueron las que los investigadores buscaron en el estudio financiado por la FAPESP, en cuyo marco se concretó entre los meses de marzo y julio de 2023 el seguimiento de 74 pacientes con depresión moderada o moderadamente grave (de acuerdo con la puntuación del Patient Health Questionnaire-9, un cuestionario que se emplea en el diagnóstico, y sin aplicación previa de auriculoterapia o riesgo de ideaciones suicidas) sometidos a 12 sesiones de 15 minutos cada una durante seis semanas.
Los participantes, que tenían una edad promedio de 29 años y eran en su mayoría mujeres, quedaron divididos en dos grupos de 37 personas cada uno: mientras que el primero se sometió a la acupuntura del oído específica, mediante la estimulación de seis puntos en el pabellón auricular correspondientes al diagnóstico de depresión de la medicina tradicional china (Shenmen, subcorteza, corazón, pulmones, hígado y riñones), el segundo hizo lo propio con aplicaciones en áreas no asociadas a los síntomas vinculados con la salud mental: oído externo, mejilla, rostro y cuatro puntos de la hélice (la parte superior del oído externo). Por cuestiones éticas, todos los pacientes prosiguieron con sus tratamientos habituales. La eficacia y la seguridad de la referida terapia se evaluaron a las cuatro semanas, a las seis semanas y a los tres meses.
Al final del seguimiento, entre los pacientes del primer grupo el 58 % exhibió una mejoría de al menos un 50 % en lo concerniente a sus síntomas depresivos. El porcentaje fue del 43 % en el segundo grupo, lo que no apunta una diferencia estadísticamente significativa. Pese a ello, el estudio aporta algunos hallazgos prometedores: al cabo de cuatro semanas del comienzo de las aplicaciones, más pacientes tratados con terapia auricular específica exhibieron una recuperación y una remisión de la enfermedad, y pasados tres meses esa proporción fue más relevante aún.
“Nuestros resultados muestran que la auriculoterapia específica para la depresión recuperó a casi el 60 % de las personas, un porcentaje similar a la tasa de los medicamentos, de acuerdo con otros estudios publicados sobre el tema”, dice Daniel Maurício de Oliveira Rodrigues, docente de naturología de la Unisul y autor principal del estudio. “Asimismo, entre esos participantes el 46 % informó que no sentía más síntomas, en contraste con el 13 % del grupo que se sometió a la técnica no específica. A modo de comparación, ese índice se ubica aproximadamente en un 35 % para fármacos.”
Otro punto positivo de este tratamiento fue la ausencia de efectos adversos severos, sin diferencias significativas entre los grupos. Los participantes en su mayoría (el 94 % en el grupo de acupuntura del oído específica y el 91 % en el grupo de la práctica genérica) informaron solamente un ligero dolor en la zona de la aplicación de las agujas. “Esto muestra la seguridad de la intervención durante más de seis semanas”, afirma De Oliveira Rodrigues.
UNA MAYOR SEGURIDAD
“Vivimos una verdadera epidemia de trastornos del humor –creo que nunca estuvimos tan ansiosos y deprimidos como en este tiempo pos-COVID– y la aceptación del patrón oro de tratamiento está lejos de ser la ideal”, dice Alexandre Faisal Cury, investigador del Departamento de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de la USP (FM-USP). “En la práctica clínica nos deparamos con pacientes con depresión crónica, que toman medicamentos desde hace mucho tiempo, con efectos colaterales y recaídas, y necesitamos opciones complementarias que aporten beneficios comprobados.”
Faisal pone de relieve las tres principales repercusiones de este estudio: para el SUS, se trata de la validación de una técnica de amplia utilización (es la práctica integrativa que más se realiza en el sistema público); para los pacientes, es una opción segura extra en el tratamiento de la salud mental, y para los profesionales de la salud, es la desestigmatización de una terapia no alopática.
Aun con estos resultados alentadores, los investigadores recuerdan que, para estudiar mejor la eficacia de la auriculoterapia en el tratamiento de la depresión, se hacen necesarias investigaciones más prolongadas y con una mayor cantidad de participantes, una de las principales limitaciones del actual trabajo. “Estimo que la participación de más gente generaría resultados más favorables aún a esta intervención”, culmina diciendo Faisal… (Agencia FAPESP).