La Princesa Irulan —hija del Emperador Padishah Shaddam IV y protegida de la Reverenda Madre Mohiam de la Bene Gesserit— es una joven elegante y regia con una mente estratégica y una naturaleza observadora. Cuando se convoca su opinión sobre cómo manejar una posible rebelión en Arrakis, no se achica a la hora de ofrecerla, por impopular que resulte. Sin embargo, aunque su padre es un maestro del juego de ajedrez, a ella le perturba comprender que el verdadero poder del emperador proviene de tratar a su pueblo como peones, sabiendo que lo único que importa es que, al final, él gane.
Sobre su emoción por unirse al universo de “Duna” …
“Posiblemente, fue la bienvenida más emocionante que creo que he vivido y probablemente viviré jamás. Siempre me pregunté si volverían a hacer esas grandes epopeyas y, entonces, salió ‘Duna’ y, verdaderamente, fue épica. Unirme al elenco ha sido enorme y poder entrar en los sets y formar parte de la imaginación de Denis Villeneuve es toda una experiencia. Si me hubiera dicho que podía estar en la película y ser el portador de lanzas #3, yo habría dicho que sí, tan sólo por experimentar toda la bestialidad que es esta película. Formar parte de un reparto tan épico como éste siempre es algo en lo que quieres involucrarte”.
Sobre lo que le encantó de la primera película y sobre la habilidad de Villeneuve como director…
“Con ‘Duna’ me sentí completamente dando vuelcos y giros a medida que avanzaba la historia. Cada nota musical me ponía la piel de gallina. El logro tan asombroso de Denis fue crear un mundo completamente nuevo en concordancia a la forma en la que suena, y en la forma en que suena la gente. Fue algo, simplemente, muy emocionante”.
Sobre lo que le fascina de su personaje, la princesa Irulan…
“Irulan es muy melancólica. Su forma de observar el desarrollo de la narración es muy silenciosa. A primera vista, podría pensarse que no es consciente de lo que ocurre, pero siempre está ahí y siempre es calculadora. Esos son siempre el tipo de personajes que me atraen. Hay tantas posibilidades con un personaje que observa. Denis no paró de decirme que el papel era bastante pequeño, pero eso no me importa porque es un reto mayor”.
Sobre cuál es la conexión de Irulan con las Bene Gesserit en la historia…
“Irulan es la narradora de los libros. Ella está enfocada en el futuro, de lo que ocurrirá después. Tomará el control del imperio, la han entrenado para ello, y es la alumna predilecta de la Reverenda Madre… pero es la alumna predilecta que se está agriando y toma todas las enseñanzas de la Reverenda Madre de una manera diferente. Ella es, definitivamente, alguien que sabe que tiene importancia y eso también le asusta un poco. Se da cuenta de que es parte de los planes de la Reverenda Madre y quiere exactamente lo mismo que ella”.
Sobre el interés de la Princesa Irulan en Paul Atreides…
“La relación entre Paul y la princesa Irulan es totalmente política. Es una muestra de la crianza que tuvo para convertirse en la mujer que es y, también, el cerebro que tiene; muestra que ha estado observando a Paul, calculando sus movimientos, averiguando quién es”.
Sobre sus primeros días de rodaje de “Duna: parte dos” …
“Mis tres primeros días de rodaje fueron en junio, en Italia. Estuve tres días con Léa Seydoux y Charlotte Rampling, y fueron los tres días más increíbles de mi vida. Fue una filmación completamente libre de estrés y en la que, simplemente, actuamos todo el día, toda la noche, durante tres días con estas dos mega-mujeres a las que he admirado durante tanto tiempo, y que realmente son, como, la crème de la crème de las actrices. Una de las cumbres de mi carrera fue estar con ellas esos tres días. Después… ¡estuve con Christopher Walken durante dos semanas! Debí recordarme una y otra vez que eso no es normal y que no debía acostumbrarme”.
Sobre su reencuentro con Timothée Chalamet…
““Mujercitas” fue una de mis primeras grandes películas con grandes actores. Recuerdo haberme sentido muy pequeña en comparación con la monumentalidad que fue aquello. Timothée había explotado cuatro o cinco meses antes y, recuerdo que me inclinaba ante él todo el tiempo. Al trabajar nuevamente con él cuatro años después, puedo ver lo mucho que ha crecido y el gran actor que era antes. Poder ver a tu amigo enfrentarse al reto de ser no sólo un actor increíble, sino también el responsable de una habitación y de una película, es un gran orgullo. Amo trabajar con él. Es un gran oso de peluche”.