viernes, mayo 17, 2024
InicioSeccionesOpiniónPeligro uniformado

Peligro uniformado

Eric L. Cárdenas del Castillo

Comenzamos el nuevo año, con la presente nota periodística, a la que hemos titulado con una frase del que fuera destacadísimo actor del cine mexicano, Mario Moreno Cantinflas, que en una de sus celebradas películas, donde hace el papel de policía, al ser condecorado como reconocimiento a su desempeño, lanza un discurso donde reflexiona sobre el rol y comportamiento de los policías. Y en una sus frases sobre la conducta de algunos malos policías, dice que esa conducta es un “peligro uniformado”. Las películas de Cantinflas, tenían un contenido ético social de valor pedagógico.
La policía es una institución que ha nacido con el desarrollo de la sociedad, cuando ésta por su crecimiento demandaba seguridad contra los actos de los mismos miembros del grupo social, pues los seres humanos demandan “seguridad” y por ello mismo decidieron vivir en sociedad.
La policía tiene como función, precisamente el resguardar a la sociedad y su entorno, de los actos dañinos que puedan cometer individuos o colectivos, infringiendo las normas legales, las buenas costumbres y la moral. Para cumplir esa función, está dotada de los instrumentos legales, formación especializada y equipo necesario, para el buen desempeño.
La policía boliviana como tal, fue organizada en el gobierno del Mariscal Andrés de Santa Cruz y en el decurso de su vida institucional, tuvo diversos nombres, hasta que en el gobierno del Gral. Germán Busch, vino una misión de la policía italiana, “los carabinieri”, y reorganizaron la policía con el denominativo de “Carabineros de Bolivia”, en cuyo comando estuvo un militar que pidió su baja, para asumir la dirección de policías y carabineros, el Cnel. Isaac Vincenti.
Lo importante de la formación del policía, para servir a la comunidad, es una formación sólida en valores morales, pues su labor debe estar revestida de vocación de servicio a la sociedad y de renunciamiento a los excesivos bienes materiales. Además, sus miembros deben tener la absoluta convicción de que son una institución al servicio de la comunidad, y no de gobiernos coyunturales que la utilizan como mecanismo de represión política.
En los tiempos en que vivimos, se han levantado muchas voces críticas por el actuar de la policía, o más bien de algunos policías, que en ejercicio de sus labores y amparados en el poder que ejercen, han excedido sus actos, cometiendo actos poco éticos y hasta delictivos. Muchos de esos actos han sido difundidos por las redes sociales.
La lucha contra el crimen y la delincuencia, además de conservar la paz social, requiere en todo tiempo una institución policial, altamente eficiente, con gente proba y formación académica, en las ciencias policiales, como la criminología, criminalística, derecho penal y otras, pero fundamentalmente en las técnicas para la investigación criminal y sólida formación moral.
Hace unas semanas, se ha puesto en debate en el Senado de la Asamblea Legislativa, las organizaciones cívicas y ciudadanas y la opinión pública, la lamentable conducta de una autoridad policial del departamento de Santa Cruz que, al amparo de su mando, atropelló físicamente a un ciudadano, haciendo gala de exceso de poder. Los jefes y oficiales de la policía, deben ser un ejemplo para los subalternos, siguiendo normas adecuadas de trato social hacia la ciudadanía, y de honradez indiscutible.
La sociedad en su desarrollo y en estos tiempos, se ha complejizado mucho, pues ahora vivimos sujetos a tecnología, que rápidamente nos presenta nuevas ofertas tecnológicas, y éstas son también objeto de utilización inadecuada para la comisión de delitos de diverso orden. Se hace necesaria una readecuación de nuestra policía, según los tiempos actuales y la demanda de seguridad de la ciudadanía.
Se ha entregado hace unos días a la policía, a través del Ministro de Gobierno, equipo moderno anti disturbios, lo que nos parece bien, con objeto de dar mayor seguridad física a sus miembros, pero hubiera sido también importante, que se le hubiera dotado a la policía de moderno equipo tecnológico y de laboratorios, para la investigación criminal, pues da la impresión de reforzar más el carácter represivo de la policía, antes que lo científico-técnico.
El Ministro de Gobierno ha expresado que los bolivianos debemos estar orgullosos de nuestra policía. Creemos no solo debiera ser por esta institución, sino por todas, ya que en este tiempo han perdido institucionalidad, debido a la falta de profesionalismo, apego a las normas y reglamentos y por improvisación de los funcionarios. La “credibilidad” y la confianza de la sociedad en las instituciones públicas, se las obtiene con buen desempeño, alto profesionalismo, respeto a los derechos ciudadanos.
Así como hay malos policías que deterioran con sus actos la imagen de esta noble institución, hay también buenos policías que la honran y merecen el reconocimiento de la sociedad.

El autor es Abogado, Politólogo, escritor y docente universitario.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES