sábado, mayo 4, 2024
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Los criticones de hogaño

El liderato se construye, en todo tiempo. “La palabra líder, de origen inglés, significa conductor del pueblo. El líder es un hombre que conduce a su pueblo, sometido él mismo a una ley”, sostiene Marcos Aguinis, Premio Internacional Planeta de Literatura (1).
En este marco, entremos en materia. Ciertas personas se irritaron, en nuestro medio, ante el triunfo electoral de Javier Milei, un político argentino, tildado de ultra derechista. Pero él construyó su liderato, en la arena de las lides políticas, representando una alternativa renovadora, en medio de una tremenda crisis económica. Lo hizo con ideas e ideales, de cara al electorado. Y arrolló, de manera increíble, a todos sus detractores. “Empieza la reconstrucción del país y no hay lugar para el gradualismo”, señaló, tras la victoria obtenida (2).
Posiblemente el triunfo referido haya afectado los propósitos particulares de quienes asumieron el papel de criticones de hoy. Pero, ¿por qué tendrían que rasgarse las vestiduras, ante la decisión del pueblo, en las urnas, al elegir un nuevo dignatario de Estado? El hecho fue protagonizado por los ciudadanos de a pie, en la mayoría de los casos. No hubo imposición ni fraude electoral. Los pueblos son sabios, soberanos y, en ese contexto, siempre han actuado para impulsar trascendentales cambios. Por lo visto, no mediaron intereses personales, sino los de la ciudadanía argentina.
Tienen todo el derecho, en democracia, para elegir a sus gobernantes, sea cual fuere su condición social, política, económica y cultural. Nadie puede coartar su pensamiento, su accionar y su decisión para construir un futuro llevadero. Solo en las dictaduras se impuso gobernantes y determinaron, inclusive, la suerte de su país. Ahora hablan, mediante el sufragio universal, ante el mundo, acerca la situación que los aflige y los cambios que anhelan. Siempre han buscado, la transformación, con bienestar social. Un venidero mejor, con empleo, pan, salud y educación gratuita, para sus hijos y nietos. Que los índices del desempleo, la pobreza y el hambre, sean reducidos, en democracia, para bien particularmente de los sectores necesitados.
Los criticones de hoy no tienen moral política para cuestionar y mellar la dignidad del pueblo argentino, que protagonizó, de modo voluntario y sin presión, la fiesta democrática, donde trazó, con su voto, nuevos derroteros para esa nación. Hecho que provocó urticaria en políticos e intelectuales adversarios del vencedor. Tampoco caben descalificaciones.
En suma: habría que ponderar la decisión tomada por la mayoría del pueblo argentino.

NOTAS
(1) “Contribuciones 2/92”. Publicación trimestral de la Konrad – Adenauer – Stiftung A. C. – Centro. Año IX – N° 2 (34), Abril – junio, 1992. Pág. 139.
(2) “Milei gana y empieza una nueva era para Argentina”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 20 de noviembre de 2023.

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