Parte I
En el país la defensa del medio ambiente está garantizada por la Constitución Política del Estado, además de leyes y otras normas de menor jerarquía. Pero esto, lo estamos comprobando, no es suficiente. Los atentados contra la naturaleza están a la orden del día.
Los medios de comunicación del país denuncian con mucha frecuencia una serie de actos u omisiones que atentan contra la naturaleza, poniendo en riesgo en muchos casos la vida misma de los habitantes, pero no conocemos de ningún proceso y mucho menos de alguna persona o institución procesada y sancionada.
Y las instancias responsables del cuidado ambiental existen. Solo por citar un par: Tribunal Agroambiental y el Ministerio del Medio Ambiente y Agua.
Veamos los casos que merecieron mayor cobertura informativa, y la indolencia de las autoridades nacionales, departamentales y locales.
— Varias regiones del país, como La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y otras poblaciones sufren por la contaminación de sus cielos, con riesgos para la salud de sus habitantes. Y no es el primer año que esta contaminación de aire, fruto de los chaqueos en las tierras bajas, castiga a los habitantes bolivianos. Y ¿cuál es la reacción de las autoridades? El Comité de Operaciones de Emergencia Municipal de La Paz (COEM) recomendó usar barbijos.
— El Servicio Departamental de Salud (Sedes) La Paz y el Hospital del Tórax reportaron casos de personas con problemas de asma, bronquitis, tos y otros problemas pulmonares debido a los niveles altos de contaminación del aire paceño.
— A fines de septiembre, la alcaldía paceña confirmó que la contaminación ha aumentado y pone al municipio en una situación “crítica”. El rango de las mediciones del gobierno municipal sobre la calidad del aire duplicó ya el límite de lo normal y se analiza una alerta naranja.
— Los artesanos de la isla Suriqui, expertos constructores de las famosas balsas de totora, denunciaron que los totorales del lago Titicaca, están afectados por la contaminación ambiental, se ennegrecen, debilitan y son inutilizables para la elaboración de sus artesanías. La contaminación se debería a miles de litros de aguas negras que llegan al Lago Sagrado y que provienen de El Alto, Laja y Viacha. Diariamente al lago Titicaca,
— No solo tenemos contaminación en el Titicaca. También está la irreparable pérdida de especies de flora y fauna que perecen por la sequía y la pérdida de agua que deja al descubierto el limo que se reseca y que ocasiona a la vez, la irrecuperable disminución de su superficie, por la salinización de los terrenos, obligando a algunas especies de aves y peces migrar a otros sectores lacustres con menos contaminación.
— El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) confirmó a mediados de octubre que tras semanas con baja cantidad de lluvias, el lago Titicaca ha descendido a un nivel menor que el récord histórico que se había registrado en 1966.
— A fines de octubre tres institutos de investigaciones de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) hicieron un estudio en las redes de distribución de agua potable en la ciudad de La Paz y detectaron microorganismos, como bacterias y parásitos que no deberían estar presentes en el líquido elemento. La alcaldía paceña ordenó hacer otro estudio.