viernes, mayo 3, 2024
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Elección judicial, proyecto fallido

En la historia de la Justicia en Bolivia existen dos etapas. La primera en que se formó la Constitución de 1825 y la segunda, cuando fue establecida la Constitución del año 2009. La primera duró 184 años (lo que mostró que tuvo alguna eficiencia) y la segunda es producto de la Constitución Plurinacional del año 2009 (que ya dura 14 años) y que, en cuanto se refiere a la cuestión judicial, es un ostensible fracaso.

En la primera etapa, los magistrados eran elegidos por el Poder Ejecutivo, con alguna probidad o ninguna, según el Gobierno de turno. Ese sistema tenía una variante, es decir que los magistrados no eran nombrados solamente por el Poder Ejecutivo, sino que había cuoteo por parte de los partidos políticos que tenían alguna mayoría, lo que también dio como resultado un experimento ineficiente y corrupto.

En esta segunda etapa histórica, una Constituyente (2009) dictó una nueva Constitución, nominó al Poder Judicial como Órgano Judicial (que fue en realidad el cambio más notable). En esta nueva Farsa Magna, fue incluida la disposición dictatorial del entonces jefe del Ejecutivo, Evo Morales, para que los magistrados fuesen elegidos por voto popular.

La nueva forma de elegir a los magistrados se puso en aplicación por primera vez en el año 2017. Pero el acto electoral causaba tanta desconfianza en la opinión pública, que prácticamente decidió una abstención general, por lo que la votación fue un fracaso y los candidatos a magistrados tuvieron que ser elegidos, en parte, por el Órgano Ejecutivo tomando en cuenta los nombres de sus allegados. No solo eso. Los nuevos magistrados, igual que en anteriores gestiones, se dedicaron a actos de corrupción, ineficiencia, parcialización, dependencia de los políticos que los eligieron, en la mayoría de los casos.

En consecuencia, el nuevo orden judicial del Estado Plurinacional fue un fracaso, tanto por la cuestionada elección de sus magistrados, como por la actividad profesional de los mismos, al extremo que el primer mandatario de entonces, Evo Morales, dijo que el Órgano Judicial estaba “podrido”, mientras el vicepresidente Álvaro García Linera afirmó que debía estar en “terapia intensiva”, y hubo otros similares conceptos sobre el tema.

Ahora bien. Pese a los fracasos en todo sentido del nuevo sistema de elección de magistrados y no obstante que el gobierno del MAS al parecer no comprendió el error, ahora se ha vuelto al mismo sistema de elección popular. Al respecto, no se debe olvidar la sentencia de que los humanos cometen siempre errores, pero deben aceptar hacerlos cometido. Al mismo tiempo no deberían incurrir en esas equivocaciones por segunda y tercera vez, porque significaría caer en la estupidez.

Es posible considerar que las elecciones judiciales, ahora programadas, andan de tumbo en tumbo y hasta altas autoridades han opinado que no deben ser realizadas por su previsible fracaso. Además, se gastaría inútilmente 180 millones de bolivianos.

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