viernes, mayo 17, 2024

Reflexiones

Yo nunca he tenido en cuenta al lector, la prueba es que no los tuve. No los tuve durante mucho tiempo. De Pedro Páramo fueron editados dos mil ejemplares, mil de los cuales los compré yo para regalar a los amigos. Los otros mil tardaron cuatro años en ser vendidos. Luego sí, al cabo de los años, comenzaron las ediciones. Pero todo esto no tiene importancia. Yo no he podido vivir nunca de la literatura. Y me parece bien.- Juan Rulfo.

El árbol que hemos visto nacer y llegar a la edad provecta, es un ser dotado de vida que ha adquirido derecho a la existencia, que lee en nuestro corazón, que nos acusa de ingratos y dejará un remordimiento en la conciencia si lo sacrificamos sin motivo legítimo.- Sarmiento.

La vida vegetal no se contenta con arrojar su semilla al viento; llena la tierra de simientes para que, si mil perecen, otras mil puedan crecer en terreno abonado, ciento puedan arraigar, diez puedan vivir hasta la madurez y una por lo menos pueda reemplazar al progenitor.- Emerson.

Un triunfador es aquel que se levanta y busca las circunstancias que desea, y si no las encuentra las fabrica.- George Bernard Shaw.

¡Oh amor poderoso! Que a veces hace de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.- William Shakespeare.

El ser humano es tan malvado y egoísta, que es necesario hablarle de una recompensa en otra vida, para que haga el bien en ésta.- Walter Waeny.

No digas que has leído libros. Demuestra que a través de ellos has aprendido a pensar mejor, a ser una persona más perspicaz y reflexiva,- Epícteto.

Si usted vive de su trabajo, tiene pensión o con esfuerzo ha logrado reunir ahorros, salga a votar, porque todos los mediocres que quieren vivir de los subsidios sí saldrán a votar y usted ya sabe por quién ellos van a votar.- José Mujica.

Con cada caro amigo que llevan a descansar en las pradas extrañas de la tierra, queda enterrado algo de mi ser; pero subsiste, para darme ánimo en el mundo así alterado, la contribución de cada uno de ellos a mi felicidad, a mi fortaleza y a mi comprensión.- Helen Keller.

A los veinte años el hombre es un pavo real, a los treinta un león, a los cuarenta un camello, a los cincuenta una serpiente, a los sesenta un perro, a los setenta un mono y a los ochenta nada.- Gracián.

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