martes, mayo 14, 2024
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El súper colonizado y anti indígena Evo Morales

Cuando en 2006, Evo Morales Ayma asume la presidencia de Bolivia, se decía que un indígena había llegado al poder y se había impuesto un gobierno indígena. Los militantes del partido azul, reiteradamente repetían que los indígenas estaban en el poder. Pero, viendo quiénes ocupan los más altos cargos en el gobierno de Luis Arce y los 14 años de Evo Morales, se constata que se habían encaramado en los puestos jerárquicos los miembros de las mismas familias oligárquicas de siempre. Siendo así que eso de gobierno indígena con Evo Morales, fue una absoluta falacia.
A raíz de la demanda ante la Fiscalía del Perú en contra de Evo Morales, interpuesta por un congresista de ese país por “atentado contra la integridad nacional”, los personeros del Movimiento al Socialismo Unzaguista justificaron que el expresidente “une la cultura y el pensamiento de los indígenas en la región”.
Al respecto, es preciso recordar que Morales nunca fue parte del indianismo ni del katarismo, es decir, nunca militó ni fue siquiera simpatizante del Movimiento Indio Tupaj Katari de Constantino Lima y Luciano Tapia, tampoco perteneció al Movimiento Revolucionario Tupaj Katari liderado por Genaro Flores Santos, ni proviene del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu ni de la Confederación Indígena del Oriente Boliviano, por lo que no conoce el pensamiento ni la cultura de los indígenas de la región, muchos menos de nuestro país. Sin embargo, Morales hace uso indebido de símbolos que no concuerdan con su ideología, apelando a la memoria de héroes indígenas que nunca fueron socialistas ni sindicalistas, realizando mal uso de la wiphala, que no corresponde a ningún socialismo fascista.
Por el contrario, Evo Morales es un sindicatero alienado y profundamente colonizado con ideologías foráneas y ajenas a los pueblos indígenas, como es el socialismo fascista, que nada tiene que ver con los aymaras ni quechuas. Morales durante los 14 años ha sido el principal enemigo de los pueblos indígenas, ya que ha promulgado leyes anti indígenas, ha masacrado indígenas, ha encarcelado aymaras y tiene en su haber la muerte de varios indígenas, como Jhonattan Quispe, estudiante aymara de la Upea de El Alto, los cocaleros aymaras de la Asunta, la muerte de los mineros cooperativistas aymaras en la carretera a Oruro, que están entre los más de centenar de muertes en su gobierno anti indígena.
Uno de los principales represores de los pueblos indígenas fue Evo Morales y su gobierno en contra de la Marcha Indígena en Chaparina, en Takovo Mora, por las duras represiones, persecuciones, encarcelamiento de los aymaras de Achacachi; lo propio a los cocaleros aymaras de los Yungas de Adepcoca. Evo Morales, durante los tres lustros se constituyó en el enemigo principal de los pueblos indígenas. Y como si fuera poco, arrebató a los pueblos indígenas todos los recursos del Fondo Indígena, para otorgarlos a los municipios.
En su mentalidad anti indígena, Morales y su entorno de oligarcas blancoides –como hiciera el otro socialista del Siglo XXI, el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa–, cerró la Universidad Indígena Amawtay Wasi, en Bolivia. También ha cerrado la Universidad Indígena Tawantinsuyu, de la ciudad de El Alto.
Durante una conferencia de prensa en palacio de gobierno, Morales increpó a una periodista que cubría ese área, amenazándola con someterle a clases de sindicalismo, lo que evidencia que nada tiene que ver con una identidad indígena, debido a que el sindicato campesino es parte de la imposición neocolonial y no tiene relación con la verdadera identidad, las estructuras de organización ancestrales, ni la lógica propia de los aymaras, quechuas, guaraníes, chiquitanos, etc. Lo que muestra una clara desubicación en cuanto a su identidad como indígena.
Nuestro personaje colonizado, socialista del Siglo XXI, sindicatero, cholero, paseandero, patea pelota, etc., etc., desde inicio aplicó el modelo neoliberal con presencia de transnacionales, libre mercado, potenciamiento y apoyo a la oligarquía empresarial, corrupción extrema, subordinación de otros órganos al Órgano Ejecutivo, protección al narcotráfico, etc.
Evo Morales también se ha dedicado a firmar, es decir a promulgar leyes aprobadas por los dos tercios del masismo, que restringen los derechos de los pueblos indígenas, como la Ley Marco de Autonomías y Descentralización, Ley de Deslinde Jurisdiccional, Ley Electoral, la Ley de Reconducción Comunitaria, la Ley Minera entre otras, que atentan contra los derechos conquistados por los pueblos indígenas durante décadas de luchas a nivel nacional e internacional. Asimismo, promulgó una ley para proteger a la delincuencia, como es la Ley Orgánica del Ministerio Público, que a través del Art. 55.II faculta a los fiscales de materia rechazar toda denuncia y querella, dejando en indefensión a las víctimas de cualquier delito.
En cuanto a la coca, a través de una ley que reemplaza a la 1.008, ha legalizado ese 94 por ciento que se produce en el Chapare y se destina al narcotráfico y que no pasa por los controles del mercado legal de Sacaba, Cochabamba, según el informe de ONU-DC. Además, Morales continúa siendo dirigente de los sindicatos cocaleros que están sometidos a sus caprichos.
Morales también ha sido el campeón de la inclusión a la inversa. Ha incluido a los inmorales, a los corruptos, con prioridad a los que industrializan la hojita de coca que no se pijcha y, sobre todo, ha incluido a toda la oligarquía blancoide de la extrema derecha, como Juan Ramón Quintana de ADN, a César Dockweiler de ADN, además de personeros del MIR, MNR, Condepa, NFR entre otros y pese a toda esta inclusión de conocidísimos políticos, los demás son “derechistas” si no comulgan con él.
Reiteradamente se victimiza repitiendo: «La derecha no acepta que los indígenas, los vilipendiados por su color de piel, lleguen al poder», refiriéndose a través de Twitter, ante las acusaciones de los congresistas peruanos que lo acusan de ser el ideólogo de los movimientos de separatismo y de agitación en la región del vecino país.
Por ahora es necesario enfatizar que Evo Morales Ayma no entiende qué es ser indígena, tampoco sabe qué es un territorio indígena, el ayllu, mucho menos conoce qué es la rotación y el turno en el ejercicio del poder en el ámbito aymara y quechua. Pero cuando le conviene, dice ser indígena, cuando en los hechos durante su larga gestión arremetió en contra de las naciones y pueblos indígenas, como muestra de su profunda alienación y pérdida de identidad, cuando en su enajenado y ofuscado imaginario solo existe el socialismo fascista del Siglo XXI, el sindicalismo y el municipalismo, que nada tienen que ver con el verdadero mundo indígena.

El autor es comunicador social.

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