Cuatro décadas de vivir en continua democracia

Parecería borrada del calendario una fecha de gran importancia para nosotros los bolivianos; pero ello no ocurre con el l0 de octubre de 1982, que marca 40 años de vida continua en Democracia. Cuarenta años que deberían determinar la vigencia de libertades y goce de derechos, alejados de posibles conductas dictatoriales y ausentes de temores que inspiran los gobiernos que se hacen del poder aduciendo que lo hacen “para salvar a la nación”, cuando la realidad es que “se hacen del país para aprovecharlo en beneficio personal o de partido”.
Cuarenta años de vivir en democracia, pero sin que políticos e instituciones, que hablan mucho de democracia y libertades, dejen de esperar momentos propicios para hacer lo mismo que antes se cuestionaba, si las ocasiones lo permiten, con permisividad de algún grupo partidista siempre dispuesto a aprovechar momentos de “urgencias nacionales”, de las que no siempre tienen conciencia los que viven para hacer realidad sus ambiciones.
Fueron cuarenta años en que una minoría se sirvió del país y olvidó que debía servirlo. Cuatro décadas en que se debería consolidar la seguridad de que todos amamos a la Patria y deseamos lo mejor para ella. Cuarenta años en que se reitera la vocación de vivir en democracia y goce de libertades, exigiendo a la vez que gobierno, partidos políticos e instituciones de la nación entiendan que deben amar y servir, respetar su institucionalidad y actuar de acuerdo con las necesidades nacionales para contar, en el menor tiempo, con la Patria que siempre queremos.
Cuatro décadas que, en lo íntimo de cada boliviano, deberían servir para ser mejores estudiando, capacitándonos y formando voluntades de país en los niños y jóvenes. Un tiempo que debe ser constructivo para conformar el país anhelado, despejando ambiciones y formalizando sentimientos de unidad y fraternidad entre todos. Un tiempo que debería servir para mejorar en todo sentido, desde la escuela hasta la conclusión de estudios y lograr una profesión para servir más y mejor a las causas que abriguemos a favor de la nación.
Cuarenta años de vida en democracia en Bolivia para que se haga más digna, grande y generosa en beneficio de sus hijos que la amamos y esperamos servirla por siempre.