Los economistas estadounidenses Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig recibieron el Nobel de Economía 2022, por sus aportes sobre el papel de los bancos y las crisis financieras. Demostraron la importancia de prevenir los colapsos bancarios y gestionar adecuadamente las grandes recesiones.
Mientras Diamond y Dybvig trabajaban sobre la importancia de los bancos y su vulnerabilidad inherente “proporcionando la base para la regulación moderna de los bancos, que quiere crear un sistema financiero estable”, Bernanke analizaba las crisis financieras que mejoraron la comprensión sobre “por qué la regulación a veces fracasa, la enorme escala de las consecuencias y qué pueden hacer los países para suprimir una crisis bancaria inminente, como al comienzo de la reciente pandemia”.
Como dijo Tore Ellingse, presidente del Comité Nobel, “las aportaciones de los laureados han mejorado nuestra habilidad para evitar tanto las crisis serias como los rescates caros”.
El reconocimiento a los economistas, conocido comúnmente como Premio Nobel de Economía, no fue creado por Alfred Nobel. Se trata del Premio de Ciencias Económicas, que otorga el Banco de Suecia desde 1969, en memoria de Alfred Nobel, y lo entrega anualmente la Academia de Ciencias de Suecia, en Estocolmo, durante la ceremonia de los Premios Nobel.
Bernanke fue presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos entre 2006 y 2014. Este economista publicó en 1983 un análisis sobre la gran depresión de la década de 1930, en el que expresa puntos de vista diferentes a los que predominaban entonces.
Recordemos que la creencia generalizada entre los expertos de entonces era que se podría haber prevenido la depresión si el Banco Central de EEUU hubiese impreso más dinero.
Para Bernanke esta propuesta resulta insuficiente. Recurriendo a estadísticas confiables y fuentes históricas demostró “que el pánico bancario conducía a la quiebra de los bancos y que éste fue el mecanismo que convirtió una recesión relativamente ordinaria en la depresión de los años 30, en la crisis más dramática y severa del mundo que hemos visto en la historia moderna”, recordó John Hassler, miembro del comité del Premio Nobel de Economía.
Mientras, Diamond y Dybvig mediante un modelo teórico explican cómo los bancos crean liquidez para los ahorradores, al mismo tiempo que facilitan a los prestatarios acceder a financiamiento de largo plazo, bajo un sistema de regulación adecuado.
La transformación de vencimientos, proceso que desarrollan los bancos al convertir activos de larga maduración en cuentas bancarias de corta madurez, como lo señalan los galardonados Diamond y Dybvig, muestra también la fragilidad de los bancos ante posibles rumores que pueden provocar retiradas masivas de efectivo del sistema bancario.
La forma de encarar esta vulnerabilidad, señalan estos economistas, es mediante la creación de los seguros de depósitos de parte de los gobiernos. Si el Estado garantiza el dinero de los depositantes, éstos ya no irán corriendo al banco a retirar su dinero si escucharan rumores sobre una posible quiebra bancaria.
En el país tuvimos crisis financieras. Recordemos que se liquidaron varias entidades financieras intervenidas en la última década del siglo pasado, porque presentaban graves problemas de insolvencia.
En Bolivia y en países con un desarrollo similar al nuestro, los bancos se convirtieron en las entidades financieras más importantes, dejando muy por detrás del mercado financiero a instituciones como la bolsa de valores y otras que existen en el mercado de capitales de países desarrollados.
Al convertir los depósitos de ahorro en recursos para la inversión, el banco está desarrollando la función de intermediación financiera, donde el banco evalúa las inversiones por cuenta del ahorrista. Esto porque el depositante de los ahorros delega a un banco la mejor utilización de estos recursos.
Y, como los bancos ofrecen estos servicios públicos, de mucha importancia para el que ahorra sus recursos, el Gobierno debe precautelar el buen funcionamiento bancario.
Como remarca Bernanke, ahora a escala internacional los bancos están más capitalizados y son más sólidos. Y, en nuestro país, el sistema financiero está fortalecido y tenemos un sistema regulatorio que funciona. Esto reduce el riesgo de una crisis financiera.
Esto no significa aflojar nuestra regulación bancaria. Debemos seguir siendo cuidadosos con el manejo de nuestro sistema financiero, económico y se lo preserva con seguros de aporte de Banca para este propósito administrado por el gobierno.
El autor es Economista, Académico de Número de la ABCE.