No participan los partidos en asuntos políticos

En diferentes sectores de la colectividad causa extrañeza el hecho de que los partidos políticos no tengan participación en cuestiones del país. Se siente que “el gobierno actúa solo”, porque parecería que hay sometimiento a su partido que aplica las políticas del “dejar hacer y dejar pasar.” Análisis somero de un pasado no muy lejano muestra que, comparativamente, la política partidista de hoy parece estar ausente de los problemas nacionales y no se muestra interesada en expresar opiniones o criterios que pudiesen tener sobre la situación política, las posibilidades para realizar el censo oportunamente y qué deberían hacer las diversas corrientes políticas ante diversos problemas. Los partidos políticos no hacen conocer criterios formados respecto a la especie de hegemonía que parece tener el partido del gobierno que estaría conforme con lo que hagan sus partidarios —posiblemente en concomitancia con algún grupo de extrema izquierda— para utilizar el siguiente proceso electoral con miras a prorrogarse, para seguir indefinidamente “aprovechando las ventajas de poder que tienen”.
Hay numerosas situaciones que muestran la intención masista de perpetuarse en el poder, siguiendo los criterios de su jefe que no se cansa de su intento de retomar el gobierno, así sea desplazando al actual presidente Arce, si las circunstancias lo permiten. Pero, por declaraciones del expresidente, formuladas a varios medios de comunicación el pasado sábado, “el presidente Arce estaría complotando contra él…”, por lo que se colige la existencia de una división muy fuerte en el masismo. Unido a todo lo que circuló en días pasados, en el criterio del pueblo hay la certeza de una división radical en el MAS.
El país requiere conocer lo que ocurre en el entorno gubernamental porque pese a todo lo que se diga en relación con el masismo que es continuación del régimen que tuvo el poder durante casi 14 años, hay preocupación por ambiciones que no dejan de tener vigencia para el futuro mediato. Entretanto, surgen a diario las preguntas: ¿Cuál será el comportamiento de las corrientes políticas que se dijo serían dinámicas? Así sea en el llano, ¿habrán aprendido algo los partidos hoy postrados en una especie de marasmo? ¿Será posible alguna reacción en ellos que signifique abrigar esperanzas para un mañana en que los partidos demuestren preocupación cierta por los intereses nacionales? ¿Cuáles serán las reacciones de los diferentes grupos masistas que apoyan a Morales?
Mientras se ve qué ocurre en lo inmediato, lo mediato abre una incógnita que se basa en lo sufrido en el pasado con una dictadura sañuda que, pese a lo que se diga, causó muchos pesares a la población. Por ello se espera que no vuelvan los imitadores de males que la nación rechazó y que ya la hirieron mucho.