Actualmente la popularidad de Joe Biden está por los pisos. Creo, y sin temor a equivocarme, que Biden es el peor presidente de Estados Unidos desde Jimmy Carter. Estados Unidos actualmente se encuentra en una situación muy delicada, tanto política, como económicamente. Tal vez lo único rescatable de la gestión Biden es el desempeño en el ámbito diplomático. Empero, estos logros se ven opacados por la tensa situación global. Es oportuno decir que parte de la culpa del conflicto entre Rusia y Ucrania es de la gestión Biden. Las inoportunas insistencias de Biden de sumar a la OTAN a Ucrania han sido uno de los factores causantes de la guerra. Pero la gestión Biden no solo ha generado tensión entre Estados y Rusia, sino con otra gran potencia. La injustificada visita de Nancy Pelosi a Taiwán ha causado gran molestia en China, llegando incluso a hablar de una posible invasión. Generar tensiones con China y con Rusia es algo sumamente desafortunado para la situación geopolítica de Estados Unidos. Si estas tensiones llegaran a aumentar podría darse un escenario jamás visto, un acercamiento estrecho entre Rusia y China. Un acercamiento de esta clase podría causar gran incertidumbre en el poderío mundial que posee Estados Unidos. No se debe olvidar que durante la Guerra Fría, pese a que Rusia y China se declaran comunistas, nunca tuvieron un verdadero acercamiento. No es inteligente tener enfrentamientos con dos frentes distintos al mismo tiempo. El mejor caso para demostrar esto, es el de Alemania que perdió las dos guerras mundiales por pelear ante diferentes fuerzas al mismo tiempo. De Alemania haberse concentrado en un solo frente, probablemente hoy la historia sería diferente. Otra gran desventaja para Estados Unidos es que no cuenta con un gobernante capaz de guiar a su país. Joe Biden ha dejado mucho que desear en su gestión y analizando la situación global actual, podemos ver lo catastrófico que ha sido su gobierno. Por otro lado, tenemos a Donald J. Trump que, sin temor a equivocarme, ha sido el mejor presidente de Estados Unidos desde el recordado Ronald Reagan. Pese a solo haber estado 4 años en la Casa Blanca, la gestión Trump ha tenido grandes aciertos. Por ejemplo, empezar una guerra comercial con China para detener el creciente poderío económico de este país. Sumado a esto, Trump apoyó de manera sobresaliente a las empresas nacionales. De igual forma, fortaleció el nacionalismo americano, obtuvo buenos resultados diplomáticos (acercamientos con Corea del Norte) y combatió con firmeza la inmigración ilegal. Respecto a este último tema se ha acusado a Trump de ser antilatino y racista. Empero, se debe tener en cuenta que la inmigración ilegal en muchos casos tiene como consecuencia incremento de la pobreza y de la delincuencia. Ese es el caso en Estados Unidos, donde los “ilegales” generalmente se dedican a actividades informales e ilegales. Ahora bien, si hablamos de los latinos “legales” se debe decir que éstos han aprobado y apoyado la gestión de Trump (solo hace falta ver los votos de las elecciones). Para demostrar que Trump no se ha equivocado con sus políticas migratorias podemos ver nuestro mismo país. En Bolivia estamos sufriendo con la inmigración ilegal de venezolanos. Algunos sí buscan un trabajo digno y ser útiles para nuestro país, empero la mayoría se dedica a actividades delincuenciales e informales. Los perjuicios que esto le genera a nuestro país serán objeto de otro artículo. Ahora bien, tal vez lo único a reprocharle a Trump sea su manejo sobre la crisis de George Floyd. Sin embargo, creo que todo este conflicto ha sido sumamente exagerado por la prensa internacional y grupos radicales. Donald Trump estaba creando reformas internas necesarias para permitirle a Estados Unidos proyectarse de manera dominante en los próximos años. Esperemos por el bien de Estados Unidos que Trump retorne a la Casa Blanca en el año 2025.
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