viernes, abril 26, 2024
InicioSeccionesOpiniónDesfile cívico escolar en quinta ola

Desfile cívico escolar en quinta ola

Una madrugada cualquiera amaneces con fuertes dolores articulares, cabeza, espalda y gripe con intensidad; justo cuando son días previos para asistir al desfile cívico escolar, que con mucho jolgorio y entusiasmo alistan los docentes de turno y estudiantes de distintos niveles de educación regular y alternativa del Sistema Educativo Plurinacional. Los síntomas del cuerpo exigen mínimamente aproximarse a una farmacia e informar a la farmacéutica sobre la situación que estás atravesando y recibir como recomendación unas tabletas: “Relaxante”, indicando que los dolores sufridos eran consecuencia del trabajo y preocupaciones que no faltan en la vida cotidiana.

Tomas las tabletas recetadas, persisten los dolores con mayor intensidad, especialmente por la noche, es una fiebre maldita que no cesa. Y siguen los preparativos para el desfile cívico escolar, de ello no puedes prescindir, porque es un imperativo mayor que no deja resquicio alguno para reparo personal ni reposo por un instante o acudir a un centro de salud. Además, el control social está vigilante, obstinado con las actividades del desfile cívico escolar, como si fuera el único momento y espacio para que los estudiantes demuestren su fervor cívico a la Patria, clamando por una digna representación de la unidad educativa. Ni modo, hay que asistir al desfile, confiado solamente en la efectividad de las vacunas recibidas.

Lo llamativo fue que, en las redes sociales, días antes al desfile escolar, circularon instructivos escritos de algunos directores distritales de educación, disponiendo la suspensión completa de los desfiles. Sin embargo, algunos directores departamentales de educación, arguyendo “civismo”, fomentaron concentraciones masivas en las calles, avenidas y plazas principales de las ciudades capitales de provincia y departamento. A pesar de la presencia de la quinta ola del Covid-19, se realizaron los desfiles cívicos escolares, los días cinco y seis de agosto, rindiendo homenaje a los 197 años de independencia de la Patria.

Pero aquí va nuestra protesta por los discursos antagónicos que sostienen las autoridades educativas. Si bien el Ministro de Educación tuvo el acierto de ampliar el descanso pedagógico por dos semanas, fue precisamente para retener la expansión rápida de la quinta ola en las instituciones educativas, eso nadie lo discute. Sin embargo, no tuvo la capacidad ni la visión técnica de velar por la salud de los recursos humanos más vulnerables en esta coyuntura de la quinta ola, es decir, suspendiendo los desfiles cívicos escolares en todo el territorio nacional, cuando había pedidos de ampliación del descanso pedagógico por dos semanas. Por el contrario, expuso a los estudiantes, docentes y padres de familia al crecimiento acelerado del contagio de la población. En esas concentraciones se observó a estudiantes y padres de familia que no llevaban barbijo, seguramente por la crisis económica y el costo del insumo.

Ahora, pasado el fervor cívico, corresponde a las autoridades del Ministerio de Salud levantar datos estadísticos fehacientes, que ojalá no reflejen incremento significativo de contagiados por desfiles cívicos escolares, porque en informe presidencial escuchamos, con mucha satisfacción, que la letalidad de la quinta ola bajó a un 0,1%, punto alto no solo para los gobernantes que oportunamente gestionaron las vacunas, sino también para la ciudadanía en su conjunto, que asumió con mucho responsabilidad y esmero, el cuidado de su salud personal y familiar. Aunque existe gente que no entiende todavía la necesidad que tenemos de hacer vacunar a nuestros hijos, para de esta forma prevenir la continuidad del Covid-19 en las instituciones educativas.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES