La presencia del caballo en Bolivia inicia con la llegada de los primeros ejemplares durante la Conquista, por la ruta del Lago Titicaca. Sin duda, durante la época colonial este animal dio forma a las nuevas rutas trazadas de los caminos de herradura por los españoles y contribuyó en sus actividades comerciales y militares. Es así que ellos se convirtieron en el símbolo de movilidad más importante durante el periodo colonial.
En el proceso de la independencia se transformó en el símbolo de la libertad, sellando con su herradura las victorias de Aroma y Ayacucho. A su vez, el caballo y los mulos fueron una pieza fundamental para el transporte de víveres, enseres y alimentos. En ese sentido, es necesario mencionar el caso de los ‘arrieros’ cochabambinos, que transportaban cargas de azúcar desde Santa Cruz de la Sierra hasta los puertos de Antofagasta y Tacna. Por lo tanto, el caballo dio vida a la Patria y fomentó el comercio. Como arma del Ejército definió la independencia de Bolivia en la acción sorpresa de Caigüasi, las Campañas de la Confederación y la Batalla de Ingavi.
Otro elemento importante a mencionar es que, en 1846, durante el gobierno del Gral. José Ballivián, se vieron por primera vez en La Paz coches y diligencias tirados por caballos, los cuales se convirtieron en un medio de transporte común para las élites. También caballos como el célebre Holofernes, fiel acompañante de Mariano Melgarejo marcaron la historia y espacios, como la actual Catedral de La Paz, que fungieron como caballerizas.
Durante la campaña del Acre y la Guerra del Chaco, Escuadrones Montados demostraron valentía y decisión ante el enemigo. Sobre ello Edmundo Nogales Ortiz, en su obra ‘Nuestra Caballería en la Guerra del Chaco’, escribió: “…a la par que las armas hermanas se ha rodeado de gloria, lo atestigua la creación de los regimientos 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 20 de Caballería, durante la contienda misma, sobre los cinco regimientos antiguos que tenía…”.
Posteriormente, en la década de 1940 el Ejército creó en la localidad de Cotapachi (Cochabamba) un centro de crianza, iniciativa que fue emulada por ganaderos privados en Chuquisaca, Potosí, Tarija y Santa Cruz, con el paso del tiempo.
La crianza del caballo pura sangre de carrera inicia en nuestro país en 1942, con la creación del Hipódromo “Club Hípico” de Cochabamba y en 1945, con la organización del “Jockey Club La Paz” y el Hipódromo “Calacoto”, impulsado por Miguel Mercado Encinas.
Actualmente, en nuestro país los caballos incursionan en la equinoterapia, tratamiento que gira entorno al empleo de ellos para tratar diversas patologías y neurodiversidades y entre los que destaca el Centro de Terapias Equinas “Mä Wawaki Sarañani”, dependiente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Andrés, establecido en el año 2016.
La autora es psicóloga e historiadora.