viernes, abril 26, 2024
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Trastornos del aprendizaje

Para el diagnóstico de los problemas de aprendizaje también se consideran los:
Factores orgánicos

Al hablar de aprendizaje escolar es funda¬mental considerar la integridad anatómica, la igual que el funcionamiento de aquellos órganos que están comprometidos con la recepción de los estímulos del entorno, así como de los procesos que aseguran la coordinación con el sistema nervioso central.

Otro factor relevante son los aspectos neurológicos, ya que se debe conocer las condiciones del estudiante frente a las demandas del aprendizaje. Un sistema nervioso sano se caracteriza, en el nivel del comportamiento, por su ritmo, su plasticidad y su equilibrio. Esto le garantiza armonía en los cambios y por consecuencia en la conservación. Por el contrario cuando hay lesión o desórdenes corticales encontramos una conducta rígida estereotipada, confusa, viscosa, patente en la educación perceptivomotora, o en la comprensión. Estos desordenes corticales pueden ser genéticos, neonatales o postencefalíticos, traumáticos, etc.

Dentro de estos problemas es recurrente encontrar los excesos de movimientos (hiperquinesias), la contracción involuntaria de los músculos producida generalmente por mecanismo reflejo (espasticidad), o las alteraciones del proceso práxico más conocidos como trastornos de la comprensión (apraxias), trastornos de lenguaje adquirido (afasias), e incluso algunas dislexias cuando ya se han desarrollado la comprensión y la expresión verbal.

A lo largo del embarazo, el cerebro fetal empieza a desarrollarse a partir de unas pocas células hasta convertirse en un órgano complejo formado por millones de células especializadas interconectadas llamadas neuronas. Durante esta evolución pueden producirse alteraciones en la formación o interconexión de estas células. Dentro de este desarrollo se ve las áreas asociadas con la atención, el pensamiento y la emoción, por lo que a medida que se van formando nuevas células, se colocan en su lugar para ir formando distintas estructuras cerebrales. Las células nerviosas crecen rápidamente, formando redes con otras partes del cerebro. Estas redes son las que permiten que la información sea compartida en distintas partes del cerebro.

Durante el embarazo, este desarrollo cerebral es susceptible de ser interrumpido. Si esta interferencia ocurre en una etapa temprana, el feto puede morir, o el bebé puede nacer con profundos déficits, e incluso retardo mental. Si la interrupción ocurre después, cuando las células están empezando a especializarse y ocupar su lugar, puede provocar errores en la localización o conexiones de las células. Es en este punto que varios especialistas han volcado su investigación ya que piensan que estos errores pueden aparecer después como dificultades de aprendizaje.

Estas lesiones o disfunciones pueden tener su origen en la época prenatal (antes del nacimiento), perinatal (inmediatamente
después del nacimiento) o postnatal (después del nacimiento).

Prenatales

Muchas drogas que pueden ser ingeridas durante el embarazo, pasan directamente al feto. Las madres que fuman durante el embarazo tienen mayores probabilidades de tener bebés con bajo peso. Esto es de mucha preocupación, ya que, usualmente aquellos que pesan menos de cinco libras, están en mayor riesgo de presentar distintas dificultades, entre ellas, las de aprendizaje.

El alcohol también representa un riesgo para el desarrollo cerebral del feto. Aparentemente el alcohol puede distorsionar las neuronas en desarrollo. Un alto consumo de alcohol durante el embarazo ha sido ligado al síndrome alcohólico fetal, una condición que puede conducir a un bajo peso al nacer, debilidad intelectual, hiperactividad y algunos defectos físicos. El uso de alcohol durante el embarazo puede influir sobre el desarrollo del bebé y llevar a dificultades como en el aprendizaje, la atención, la memoria o en la capacidad para resolver problemas. Como los científicos aún no encuentran niveles “seguros” de consumo de alcohol durante el embarazo, se aconseja a las mujeres embarazadas evitar su consumo.

Las drogas como la cocaína, especialmente en la forma llamada crack, afecta el desarrollo normal de los receptores cerebrales. Estas células cerebrales ayudan a transmitir las señales que entran a través de la piel, ojos, oídos; al igula que ayudan a regular la respuesta física al entorno.

Se ha comprobado que algunos niños con dificultades de aprendizaje tienen dificultad para entender los sonidos o las letras. Algunos investigadores creen que las dificultades de aprendizaje, así como el síndrome deficitario atencional, pueden estar relacionados con receptores defectuosos.

Perinatales

Son aquellos problemas que pueden suscitarse en el momento del parto o en los días siguientes; la anoxia o hipoxia que se refiere a un insuficiente aporte de oxígeno durante el parto, traumatismos obstétricos como por ejemplo en partos inducidos o por fórceps, desnutrición, bajo peso al nacer, prematurez, infecciones neonatales, etc.

Postnatales

Son aquellos traumatismos o accidentes que después del parto pueden dejar secuelas neurológicas, enfermedades infecciosas (meningitis, encefalitis, sarampión y escarlatina), intoxicaciones, desnutrición, etc.

Haciendo una revisión de investigaciones referidas a los factores genéticos sobre los problemas de aprendizaje, se debe considerar que el hecho de que aunque estas dificultades aparezcan en una misma familia no quiere decir que haya una conexión genética; es decir, que niños que carecen de ciertas destrezas necesarias para la lectura, como percibir los sonidos que forman una palabra, aunque muchas veces tienen un padre con una dificultad relacionada, no tiene porqué ser la misma. En realidad los estudios demostraron que es improbable que dificultades de aprendizaje específicas sean heredadas directamente. Sin embargo, es posible heredar una sutil disfunción cerebral que puede llevar a un problema de aprendizaje.

Otro aspecto importante a tomar en cuenta en referencia al aprendizaje es el funcionamiento glandular. Es importante en primer lugar por su relación con el desarrollo general del niño y el adolescente. Se lo toma también en cuenta porque ciertos tipos de falta de concentración, somnolencia, etc., pueden deberse a deficiencias glandulares.

No debe pasarse por alto las condiciones generales de salud, alimentación, abrigo y comodidad. Por ejemplo, el déficit alimenticio crónico provoca una distrofia generalizada que interfiere la capacidad de aprender.

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