sábado, mayo 18, 2024

Cano Hernández

El invitado de lujo hoy en Cvltvral es uno de los grandes representantes de la música mexicana que llega, de nuevo, de la mano del hermano Rodri Bernal. En la década de los noventa, desde Monterrey, sale a la luz «El Gran Silencio» una banda contundente, con discurso, actitud y talento. Una licuadora de géneros musicales, con la característica del buen gusto, el sabor y la valentía. Es un enorme placer estar con uno de los fundadores y pilares de «El Gran Silencio», Cano Hernández «Capricornio Man»… sean todos bienvenidos al show.

Querido Cano ¿Cómo nace «El Gran Silencio»?
Bueno, «El gran silencio» ha tenido una evolución constante desde sus inicios. Nosotros empezamos a hacer música desde el noventa, pero era un poco como para pasar el tiempo. Lo hacíamos en mi casa, con un par de amigos, tocábamos con lo que teníamos a la mano, que era una guitarra acústica que en todas las casas hay, un pandero, una armónica y un bote de cartón que usábamos como tambor. Así es como inicia «El Gran Silencio», con una influencia más rupestre, un género de acá de México que se hizo famoso por cantautores que sólo tocaban con una guitarra acústica, para no ser comparados con la nueva trova de los ochentas, ellos hacen este género que lo denominan como «rock rupestre». Canta autores como Rodrigo González, Roberto González, Armando Rosas, etc. Eso es lo que es la influencia del gran silencio de sus inicios.
Una banda de rock rupestre, era el ´91 y queríamos ser rupestres. Todos nuestros compas andaban con la onda de “Guns ´N Roses”, y nosotros queríamos ser como «Rockdrigo González». Pero a la par, también en el 86 hermano Tony y yo, éramos b-boys, nos empezó a gustar el «break dance», y empezamos a descubrir una música que nunca habíamos escuchado, que era el «rap», con bandas como «Run DMC”, “Bad Boys”, “Public Enemy”, “Beasty Boys». Una gran influencia de nuestros barrios también fue la música colombiana. Paulatinamente, fuimos tomando todas estas influencias que en un principio sonaban raro por nuestra instrumentación, pero ya «rapeábamos» ya andábamos queriendo hacer una cumbia con guitarras acústicas, de hecho la hicimos ya que «No Sabemos Amar», es de aquel tiempo y con el tiempo fue evolucionando la banda. Entró una batería, un bajo eléctrico, y eso nos permitió experimentar más, con estas influencias.
Por medio del rap, conocimos lo que es el «ragamofin» y me enamoró. Empezamos a hacer lo que queríamos. Pero en los noventas tuvimos la suerte de que viene a Monterrey una banda francesa que se llama «Mano Negra» y nos cambia el chip totalmente; al escucharlos nos dicen, se puede tocar todo junto, ellos tocaban rock, reggae, rapeaban, tocaban ska, y dijimos «sí se puede», y llevamos al «Gran Silencio» por ese lado.

«El gran silencio» tiene una raíz muy de calle, muy natural, muy honesta, muy neta ¿Consideras que fueron parte de lo que se llamó «la avanzada regía» o ustedes crearon su propio camino?
Somos antes de la «avanzada regia»; hubo un movimiento en los noventas donde coincidimos un montón de bandas, de músicos de Monterrey, que nos conocemos a través de nuestra propia música. Por coincidencia todos teníamos la misma idea de que queríamos hacer música aquí en Monterrey. En aquellos tiempos se decía que para poder tener éxito, tenías que irte a vivir a la capital, al D.F., y nosotros ignoramos eso. Dijimos que íbamos a hacer nuestro movimiento, y fue lo que hicimos un montón de bandas, no nos pusimos de acuerdo, coincidimos con en esa mentalidad de concentrarnos solamente en Monterrey. Y luego llamamos la atención de las disqueras y firman a «Control Machete”, “Plastilina Mosh”, “Jumbo”, y al Gran Silencio», y ahí es cuando nos ponen el mote de «avanzada regía».

Su carrera musical los llevo a conocer a grandes músicos, a grandes productores ¿A quién te gustó más conocer en tu carrera?
Mis héroes siempre han sido «Botellita de Jerez», «Celso Piña», «Cecilia Tousaint», «Piro»; realmente son héroes para nosotros. Sin ellos nosotros no estuviéramos tocando, lo que tocamos porque aprendimos mucho de «Ritmo Peligroso», de «Botellita de Jerez», por todo esto que te estoy comentando, el no tener miedo de mezclar ritmos. Con «La Maldita» y con «Café Tacuba», luego compartir compartiendo escenario con ellos, es como un sueño hecho realidad.

«El Gran Silencio» en su momento pasó a ser una banda muy importante en la escena musical ¿Cómo vivieron esa etapa de apogeo?
Fíjate que bastante normal. Nosotros siempre hemos visto la música con bastante respeto, la vemos como parte de nuestra vida, como nuestro trabajo. Nunca hemos estamos de acuerdo con que a los músicos los vean como inalcanzable. Nosotros sentimos que nuestro trabajo es igual de importante que el de un zapatero, que el de un albañil; a cada quien nos tocó en esta vida para hacer algo. A nosotros nos tocó hace música y no por eso nos vamos a creer más que los demás. Es nuestro trabajo y tratamos de hacerlo cada día mejor, nada más, muy diferente el querer hacer tu trabajo cada vez mejor, a creerte tú, que tú que cada vez eres mejor.

¿Qué opinas sobre las nuevas formas de distribución en la industria musical?
Nosotros seguimos haciendo música, que es lo que a nosotros nos interesa, la manera de distribuir la música, obviamente ha cambiado, de alguna manera nos han inculcado a los músicos una avaricia de querer que nos oiga un chingo de gente, y eso pasa últimamente con todo lo de las redes sociales. Hay bandas que hacen canciones bastante buenas pero se decepcionan de ellos mismos porque no tienen los «likes» que esperaban y eso es una estupidez. La música es la música, tienes que confiar en tus canciones.

¿Qué opinas de los géneros como reggaetón o el trapp, de la llamada música «urbana»?
La música es una cosa, la manera en que se maneja y se muestra, y hasta la prostituyen, eso es otra cosa. El reggaetón es un ritmo, te guste o no te guste, que salió de un lugar muy pequeño. Ya estaba el rock, el blues, y todo mundo siempre te dice «ya no puedes hacer otro género, porque ya todo está hecho». De repente sale el reggaetón y se hace famoso en todo el mundo, eso está chido. Que la industria lo agarre y que quiera ponerte reggaetón en todos lados, eso es otra cosa.

Después de 30 años de carrera con una exitosa trayectoria ininterrumpida ¿Crees que «El Gran Silencio» logró romper su silencio?
Yo creo que sí, pero nosotros en nuestra mente seguimos estando dentro de un microcosmos y seguimos haciendo música para nosotros mismos, de ahí viene lo de silencio. Nunca haría una canción por agradar, me tiene que gustar a mí, de eso se trata el silencio. No es que nosotros, hayamos llegado a los oídos de la gente sino que con «El Gran Silencio» es diferente, tienen que meterse a nuestro mundo para poder entendernos y eso es lo que buscamos.

Querido Cano, aquí su música es muy querida, despídete de toda la gente de Bolivia por favor
Un abrazo bien grande a todos, sigan haciendo lo que nazca de sus corazones, y buscar la manera de seguir siendo felices… y que viva la música.

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