viernes, mayo 3, 2024
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El desempleo crea angustias familiares

Los pueblos que padecen todo tipo de necesidades debido a su pobreza deben enfrentar muchas dificultades y tal vez la mayor sea lograr un empleo con el cual se perciba un salario o un sueldo para satisfacer las necesidades de la familia. Cuán angustiosa se hace la vida de quienes indagan y buscan –a veces hasta la desesperación– una situación o trabajo o misión a cumplir en la vida para ganar el sustento y hasta remediar urgencias, no obstante contar con una profesión que en naciones desarrolladas es más fácil ejercer.
Padecer los rigores por causa del hambre y la imposibilidad de atender las urgencias familiares, sentir que los niños no cuentan con lo más urgente en alimentos y medicamentos, ver lo que otros tienen y a quienes padecen por no tener siquiera una mínima parte, observar que hijos menores ven llorar a su madre por los padecimientos sufridos es, para muchos hombres, una tortura que no alcanza a tener consuelo ni fin y todo porque resulta muy difícil encontrar empleo.
Cuán amarga resulta la existencia (se hace complicada la vida) para quienes prefieren la línea recta de la honradez y rechazan las tentaciones de quien “pague bien” por cometer delitos y “ganar lo que seguramente será dolor para muchos necesitados como él”. Estos cuadros de dolor son comunes en los senderos de pobreza que toca vivir a muchos pueblos, cuyos habitantes querrían contar siquiera con el diez por ciento de lo que sobra a muchos que no saben valorar ni lo que son ni lo que tienen, porque poseen tanto que se han vuelto insensibles ante el dolor ajeno, sin recordar seguramente los padecimientos sufridos.
Carencia de trabajo, de empleo seguro y digno que permita la vida de familias, de niños, mujeres y ancianos que padecen los rigores del hambre y las enfermedades, son aspectos de la vida que debe enfrentar el gobierno del país y comprobar que no se debe vivir indolentes ante el dolor ajeno. En nuestro país, como en la mayoría de las naciones pobres, se hace lacerante la vida de los que sufren, los que necesitan techo, pan y medicamentos y, en algunos casos, no los pueden conseguir.

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