Al asumir el gobierno, todo nuevo régimen se ha preocupado por considerar el estado de la economía nacional e hizo hincapié en conocer especialmente la situación de la deuda externa. Seguramente se ha recibido información sobre lo solicitado, pero, extrañamente, rara vez se habló en forma pormenorizada de los ingresos y egresos de divisas, de los préstamos contraídos y sus vencimientos, de lo que estaba en estado moroso y de lo que se debe pagar en lo inmediato, y si el presupuesto ha consignado los montos precisos y si se ha hecho las reservas consiguientes.
En segunda instancia, conocer la situación de la deuda interna: cuánto se ha cargado en cada gestión de los déficits y cuál es el monto acumulado; qué otros adeudos se tiene y qué previsiones han sido tomadas para atender en su momento esas obligaciones. En todo caso, los informes deben ser precisos, concretos, para que se los conozca con precisión y no ocurra que la población tomaría conocimiento tardío de lo que se debería conocer mensual o trimestralmente.
Hay instituciones gubernamentales que se quejan por “no contar con el apoyo de la población”. La respuesta no puede ser más clara: ¿Qué apoyo o comprensión se puede dispensar a lo que no se conoce? Es decir, si no se sabe del estado de las finanzas públicas, ni de las proyecciones que se tiene y otros detalles que es necesario conocer.
El pueblo está obligado a saber qué pasa en el país, cuál es la situación, qué proyectos van acordes con las informaciones recibidas, cómo son hechas las obras programadas y, mucho más, cuál es el estado de sus finanzas, cuánto y a quienes se debe, cuánto y cómo se debe pagar.
Idéntico procedimiento debe ser aplicado con la deuda interna: tenemos que saber cuánto se debe, cómo fueron proyectados los pagos, qué inversiones se hizo con los montos que dieron lugar a los déficits, cuándo cumplir con los compromisos de pago, etc., etc.
Aunque parezca extraño, los pueblos responden a los regímenes que saben cumplir debida y oportunamente con sus obligaciones y una de ellas es la comunicación, informando sobre todo lo que es de competencia de la nación.