viernes, mayo 24, 2024
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Un sentido de responsabilidad

Parte II

Cada escenario de la vida es afín para identificarnos como personas de una fuerza que realza toda dimensión. En el hogar, en el trabajo, en el estudio, en la vida se nos permite actuar con verdadero sentido de vida, con profundidad humana. Familia, amigos, compañeros, prójimo, allí en estas personas esta nuestra misión responsable para hacer sentido de vida, para buscar y dar felicidad, comprensión, fraternidad, confrontación de criterios, amistad, respeto, mutua fuerza que logre metas, que amalgame creatividad, que genere hermandad, justicia distributiva, perdón, políticas de paz. La irresponsabilidad está en el espanto estatal, en el vacío de las conciencias del Gobierno.
El estadio del mundo o espacio efímero o temporal no puede ser escenario de opresión de ninguna naturaleza. Este espacio es la puerta para el examen, donde no debe caber el egoísmo, la indignación, donde no se enseñoree la maldad, la violencia y donde no haga gala la indiferencia. En cualquier espacio terrenal todos tenemos el mismo valor como personas, a pesar de que por motivos naturales se generen diferencias. El ser humano tiene que aprender a ser unidad de amor en la diversidad, de allí que toda la dimensión espacial y corporal donde se realice, lo convierta en un templo donde comulgue con hostias de paz.
Hagamos un poco de abstracción sobre lo que nos dice la sicología del espíritu “¿Será el ambiente con sus raros efluvios el que nos envilece o la biología la que nos descompone moralmente?”
Víctor Frank quien convivió en los campos de concentración Nazi nos hace reflexionar diciéndonos que… No se puede buscar la felicidad, directamente ella viene como consecuencia de haber integrado lo mejor de nosotros mismos por una causa noble… Solo cuando venimos del amor y volvemos a él, es cuando podemos dar lo mejor de nosotros con desinterés y alegría.
El sentido de la vida se entenderá desde lo humano y lo divino. Los asuntos humanos conservan su significado desde la forma de actividad como proyecto de ser, sin olvidar que el proyecto de ser está inmerso en distintos estados situacionales que el hombre debe afrontar. Hoy no nos debemos dejar llevar por posiciones políticas o ideologías insensatas que se aparten del bien común. Toda ideología esta direccionada a confundir el orden, pues solo le interesan intereses propios.
La realización responsable del sentido de vida supone una realización con los demás seres, nuestro prójimo. Sócrates afirmaba que una vida que no integra al ser con los demás, no vale la pena vivirla. Cuando nos referimos al sentido de la vida cobra un gran valor la libertad. Porque cuando el hombre entiende por libertad hacer lo que quiere, es un convertirse en esclavo de aquello que hace porque sí. Surge, pues, que cuando el hombre se esclaviza de algo o de alguien pierde sentido de lo que es como persona, de lo que realmente le sirve para trascender. Esclavizarse es engañarse a sí mismo y ese engaño se encuentra en el estado que genera terror con falsos positivos y excesos de fuerza. Permitiendo que la responsabilidad esté de espaldas a la vida comunitaria.
El ser humano se realiza en la medida que él es lo que es, no por lo que le interesa al mundo que él sea, esto es que el mundo lo absorba con sus fantasías para darle sentido a su vida, en la medida que esa sociedad lo haga actuar, pensar como ella quiere. Entonces, ¿dónde está mi responsable libertad, para hacerle quite a esa sociedad absorbente, a esos poderes sociales irracionales?

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