lunes, abril 29, 2024
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Reformas: las actividades gestionarias

¡Albricias!… el gobierno, apoyándose en el Orden Social existente, pretende progresar. En esta nueva dinámica política, el Ejecutivo debe dejar hacer las cosas a las personas que saben. Todo lo cual representa que el Poder político no sea el instrumento que se oponga a la sociedad establecida, menos sea el servidor de aquellos que encuentran aprovechamientos ilícitos en él.

EL EQUÍVOCO
El Ministerio de Gobierno (Secretaria de Estado que conforma el Poder Ejecutivo) con actitud inteligente, al 1 de abril de 2022, “aseguró que por el momento no existen las condiciones para una cumbre judicial. El Ministro en su declaración destacó la importancia del diálogo con los partidos de oposición y que la Asamblea Legislativa (AL) tiene la llave para lograr el encuentro”(1). Así se percibe que Bolivia se encuentra conformada por jueces y magistrados, empresarios, por organizaciones legítimas como la CDIH, por abogados libres, médicos, maestros, transportistas, trabajadores, por regiones como Santa Cruz que velan por su progreso. Y –como es natural– se aprecia que la nación está integrada por varios sectores de actividad que se encuentran comprometidos en su bienestar.
En este nuevo mundo, donde la sociedad sueña con un futuro mejor, las actividades gestionarias excluyen toda ideología, salvo aquella que denote la virtud de servicio, como la de trabajar en el respeto a la Constitución y que tienda a utilizar a la sociedad para promover su desarrollo en el sentido del bien común.
Tenemos derecho a soñar y ponderar que la declaración transcrita favorece la resiliencia de una sociedad que aflora, para promover su propio cambio. Así se habla de actividades gestionarias y no cometer el error de dar a esta expresión un sentido conservador, simplemente.

LO INNECESARIO
Contrariamente, en lugar de trabajar en la forma descrita precedentemente, adviértase que con la simple elección de un Defensor del Pueblo se tiene problemas (leer las actuaciones de María Galindo y de doña Nadia Cruz, al 1 de abril de 2022), asimismo que las elecciones de «magistrados» no han funcionado en dos oportunidades, en 2011 y en 2016.
Gestionar el patrimonio de todos depende de la habilidad con la cual y a tiempo, se sabe renovar los elementos de lo arbitrario. La norma constitucional de «elecciones» o cambio de personas en el servicio nacional de justicia no tiene vigor social, ha quedado en desuso ni siquiera por el transcurso del tiempo; sino por lo más determinante, a saber: que NO HAY elecciones para magistrados en otra parte del mundo. Entonces, si la norma constitucional está rechazada por el Soberano-Pueblo no parece razonable hablar de un mecanismo de reforma parcial de la Constitucional.
Para superar el momento por el que atravesamos, es mejor dejar las «elecciones»; dado que convierte a Bolivia en un país «electorero». Se impone abrazar la problemática contemporánea del Desarrollo con el necesario perfeccionamiento del Poder Judicial, esto es, con un Sistema Procesal Común, todo simplemente y de momento, ya que pensar en un Estatuto de la Magistratura –para tener Magistrados de verdad– se tendría que ocupar una segunda fase que se pinta muy lejana. Entre tanto la declaración del Ministro de Justicia favorece la resiliencia de una sociedad que aflora para promover su propio cambio. Así se habla de actividades gestionarias y no cometer el error de dar a esta expresión un sentido conservador, simplemente.

(1) Según ministro de Justicia. No hay condiciones para cumbre judicial. EL DIARIO, La Paz, 1 de abril de 2022. Pág.1.

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