miércoles, mayo 1, 2024
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De la bipolaridad a una multipolaridad

El actual estado de guerra ruso-ucraniano puede ensombrecerse más si China se involucra en el conflicto. Rusia ha recurrido a esta potencia asiática para pedirle ayuda bélica y económica. No obstante, Pekín, sin condenar expresamente la agresión, asegura que insta a las partes a proseguir las negociaciones en curso, las que no pasan de lo formal y registran escasos avances.

Estados Unidos ha reaccionado de inmediato y advertido a China que sobrellevará graves consecuencias ante cualquier tipo de auxilio al agresor. El Ministro de Relaciones Exteriores de China dice haber rechazado la incitativa de apoyo y que su línea de acción se limita a alentar las negociaciones entre Kiev y Moscú. Otro alto miembro de ese despacho dijo que su país evalúa la situación de forma clara y consistente. Se ha anunciado una reunión de altos personeros de la Casa Blanca con sus pares chinos en la ciudad de Roma, cónclave del que se espera una distención entre ambas potencias. De la diplomacia y de las declaraciones oficiales de los Estados no se puede esperar verdades claras ni definitivas. De ahí que la inquietud de una conflagración mayor permanece latente, como ocurre al presente.

La bipolaridad de Estados Unidos y China, cifrada en lo económico y en la disputa de mercados, de hecho se amplió a una multipolaridad creada por Vladimir Putin, a través de su aventura invasora contra Ucrania, con todo su potencial bélico y nuclear y así debe ser considerada.  Es decir, el Kremlin irrumpe como tercera potencia y determina una multipolaridad. Sin embargo, la bipolaridad comercial establecida sino-estadounidense seguirá en todo su vigor con exclusión de la Federación Rusa, cuya influencia económica y financiera está duramente castigada por las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Comunidad Europea. Además, el primero advirtió que no tolerará auxilio de terceros países que traten de “compensar” las pérdidas que la comunidad internacional aplica a Rusia.

El Kremlin sigue inmutable y las mediaciones ofrecidas no han tenido eco. El Papa Francisco acaba de insistir en su oferta mediadora que tampoco ha progresado. En cuanto a las negociaciones de las partes, no pasan de lo formal y se encuentran en “punto neutro”. Los efectos de la guerra ya se sienten a nivel mundial. Por de pronto ha encarecido el trigo –alimento básico– y lo granos en general. El país experimenta la suba de la harina argentina y ello proyecta el encarecimiento del pan. Por ahora algo lejano por considerables reservas estatales de trigo, pero perecederas al fin. La harina argentina se cotiza ya a precio más alto desde hace algunos días. Su escasez es previsible porque el país vecino ha prohibido la exportación triguera y de otros cereales.

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