domingo, mayo 19, 2024
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Informes claros, concretos y correctos, deber del Gobierno

Bien se dice: “…por lo que digan y cómo lo digan, se los conocerá”, refiriéndose muy concretamente a las intervenciones de los primeros mandatarios de la República y de muchos de los funcionarios que deben tener contactos con el público. Es común y corriente que las personas que ocupan altas situaciones gubernamentales o de instituciones importantes, tengan claro y debidamente estudiado y preparado lo que vayan a decir, lo que expresarán a auditorios que tal vez no estén lo debidamente preparados y no tienen noción de quién les habla, cómo lo hacen y cuándo utilizan términos, criterios y opiniones para referirse a cualquier asunto inherente a las funciones que ocupan. El pueblo, siempre sabio en sus juicios, sabe captar, analizar y juzgar lo que se le dice y, mucho más cuando se trata de altos funcionarios de Estado.
Muchas personas tienen la opinión de que periodistas y otros “no deben criticar al Gobierno porque es faltar a normas de respeto”. Cuán equivocados están quienes piensan así, porque, en todo caso, es malo, contraproducente y poco respetuoso callar, reírse de lo que se oye y no darle importancia porque se entiende que quienes ocupan funciones importantes –por ejemplo, los dos primeros mandatarios– deben prepararse, estudiar y reflexionar sobre los temas que van a exponer; deben tener cuidado en el uso de palabras, calificativos y evitar el uso de términos incorrectos, no usar adjetivaciones ni criterios inconvenientes para su audiencia.
El ocupar las funciones que tienen los obliga a ser correctos en todo y mucho más en la forma de expresarse, de exponer ideas, criterios, conceptos y ser precisos y claros en la emisión de las palabras y la construcción de frases. Por ello, en lo posible discursos e informes deben ser preparados con tiempo y con el debido asesoramiento o trabajo de personas de confianza y entendidos en el uso del idioma y de los temas a ser tratados, porque la improvisación no siempre es buena ni oportuna, no es pertinente en una reunión importante donde habrá interlocutores que amplíen sus preguntas y pidan aclaración o complemento a lo expresado.
Tanto el Presidente como el Vicepresidente representan, en toda circunstancia, al país y no deben alejarse de normas y principios que reflejen claridad, decencia, respeto, consecuencia con lo que se dice y hace. Su compostura en todo sentido tiene que ser ejemplar y hasta su vida, pública y privada es de competencia del pueblo al que prometieron servir y respetar y deben ajustarse a principios de equidad, ecuanimidad y circunspección. Ambos deben ser ejemplo de compostura, decencia y altura. Lo dicho no significa irrespeto; al contrario, implica respeto y consideración porque ellos representan –interna y externamente– al país y su pueblo.

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