viernes, mayo 3, 2024
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Alejandro Loayza Grisi

El invitado de lujo hoy en Cvltvral es un fotógrafo y cineasta boliviano, amante del séptimo arte desde muy chico, cuyas influencias directas y, por decirlo así, sus directrices cinematográficas han sido directores como el finlandés Aki Kaurismäki o los hermanos Coen, solo por mencionar algo. Iniciado en la fotografía, su carrera en el cine empieza cuando empezó a oficiar de Director de la misma en algunos metrajes y es de esta forma que da por resultado “Utama”, su obra prima que ha sido altamente elogiada y premiada en el Festival de Cine de Sundance. En esta exclusiva, Alejandro nos cuenta más sobre esta su aventura en el cine, que recién comienza… Sean todos bienvenidos al show.

¿Cuál fue tu primer acercamiento con el cine?
Es muy dificíl definir eso, siendo que vengo de una familia en la que el cine siempre estuvo presente. Lógicamente hay momentos que recuerdo con más intensidad que otros, como el rodaje de “Cuestión de Fe” en la pelea de gallos, que es una escena bastante compleja de filmar, con muchos extras, una acción muy específica y un movimiento de cámara particular. Ahí me llamó mucho la atención ver a tanta gente de un lado de cámara y tanta otra del otro divididas por una línea imaginaria.

¿Cuál fue la primera película que te cautivó y, digámoslo así, inició este amor sin vuelta?
Es una pregunta muy difícil. Cuando uno es niño tiene películas que son tus favoritas y de grande uno descubre que eran, de hecho, películas muy buenas por la maestría con la que se hacen muchas películas de animación y sus estructuras casi perfectas. “Beetlejuice” fue una que me marcó en la niñez, en la adolescencia “El Padrino” y en mis primeros años universitarios “La comedia de la vida de Roy Andersson”.

¿Recuerdas cuál fue la primera cámara que tuviste entre manos?
Sí, perfectamente. Estaba iniciando el curso de fotografía en 35mm en la Universidad Católica de La Paz, mis profesores fueron Camila Molina y Javier Cuéllar. Óscar García, amigo de mi papá, me prestó una Zenit muy clásica con un lente 35mm si no me equivoco.

Sabemos que te iniciaste haciendo fotografía, ¿continúas con esta práctica?
Sí, me encanta la fotografía, antes estaba todo el día con mi cámara, hoy hago muchas menos fotos que antes pero cuando puedo salgo por la ciudad a darme unas vueltas con la cámara. Ya no me genera ingresos, por lo que lo que hago es absolutamente personal. Me gustaría hacer foto conceptual para alguna exposición, algún momento pensaré en algún proyecto. Me encanta también ir a rodajes como foto fija.

Luego saltaste a la dirección de fotografía en metrajes, ¿en cuántas producciones participaste y qué le sumó esta experiencia a tu actualidad?
La experiencia como director de fotografía fue fundamental para mi salto a dirección. Vi trabajar a muchos directores y vi a la presión a la que son sometidos. También entendí bien todas sus funciones y responsabilidades y me di cuenta que yo quería también eso para mí. Participé en muchas cosas como director de foto, deben ser más de 50 productos, pero los que más me marcaron fueron los videoclips de “Efecto Mandarina” que hicimos con Vero Pérez, Juan Pablo Richter y Álvaro Manzano. También el documental “Planeta Bolivia” que hicimos con nuestra productora Alma Films.

¿Qué directores han calado hondo en tu vida y un poco han colaborado en tu estilo de ver, vivir y hacer cine?
Hay tanta obra maestra que es muy difícil, pero haré el intento; me gusta mucho Aki Kaurismäki, los hermanos Coen, Martin Scorsese, Roy Andersson, Paul Thomas Anderson, Wim Wenders, Paweł Pawlikowski y, obviamente, Stanley Kubrick. Creo que las influencias son un cúmulo enorme de conocimiento que uno va adquiriendo y después de pasarlo por un filtro personal se manifiesta en tu propio estilo.
Tu ópera prime como director es “Utama”. ¿Cómo y desde cuándo se viene gestando el proyecto como tal?
El proyecto nace el 2017, era un pequeño párrafo que fue creciendo de a poco. Tenía varias ideas y a mi hermano Santiago que es el productor de la película, la que más le gustaba era “Utama” y me impulsó a que vayamos por ella. La mandamos a un laboratorio en Nantes llamado “Produire au Sud” y en noviembre de 2017 ya existía la primera versión del guión que en ese momento solo tenía 40 páginas.

¿Cuál fue el mayor reto en lograr un producto de esta calidad en medio de una pandemia que tanto ha golpeado al arte?
Con la pandemia tuvimos mucha suerte. La película ya estaba filmada y la pandemia comenzó casi al mismo tiempo que el montaje. Nos agarró en post producción y tuvomos todo ese año para finalizarla. Lo que sin duda ayuda a hacer productos de calidad es el apoyo estatal y en ese momento nos beneficiamos de un fondo efímero que nunca debió desaparecer que es el PIU (Programa de Intervenciones Urbanas), un programa que sirve como mejor muestra que hay mucho talento en Bolivia y que necesita impulso.

¿Qué se siente debutar con una obra que llega a ser premiada nada más que en el Festival Sundance?
Siento mucha alegría obviamente, pero también y sobretodo agradecimiento. Con el equipo de la película, con los actores, con toda la gente que ayudó; con mi hermano, con mi familia, con nuestros socios co-productores, con Uruguay y con Bolivia. Con todos los artistas que se sumaron a la película y ayudaron a dar el alma.

¿Qué sigue en cuanto a logística para la presentación de “Utama” a nivel local y universal?
El estreno de “Utama” está programado para agosto en Bolivia. Haremos una primera función en el municipio de Colcha K que es donde se filmó la película y después llegaremos a la mayor cantidad de salas posibles. Lo que más ansiamos es compartirla con el público boliviano que esperamos que acuda a las salas.

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