sábado, mayo 18, 2024
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Las alianzas público-privadas

El sector privado nacional tiene la predisposición de invertir en la recuperación económica nacional, mediante los acuerdos público-privados, como los que se tiene actualmente y que generan recursos para el Estado. Estos acuerdos se harán posibles con la participación del Gobierno Central, las Gobernaciones, las Alcaldías y la Cámara Nacional de Comercio. De esta manera ponemos en práctica la frase: “El acuerdo público-privado significa desarrollo”.
Con la apertura de los espacios para la inversión privada, se otorga a los empresarios la posibilidad de coadyuvar en el desarrollo de la economía nacional, acorde con la petición del sector empresarial. Estamos convencidos de que la alianza público-privada es la mejor forma de un trabajo conjunto para fortalecer el crecimiento y constituirse en la base para una recuperación de la economía, contraída por una pandemia que afecta a las economías del mundo entero.
Sin duda el beneficio de los acuerdos público-privados será en primer lugar para los habitantes de cada municipio, lo que acelerará la participación del sector empresarial en su jurisdicción.
Entre los primeros municipios que buscan la participación del sector privado, como estrategia de desarrollo podemos mencionar a Viacha, donde su alcalde Napoleón Yahuasi, en el marco del acuerdo de Red Empleo, financiado por la Cooperación Europea y suscrito con la Cámara Nacional de Industrias, busca hacer de la región un espacio industrial.
Asimismo, mencionamos a la alcaldesa del Municipio de El Alto, quien promociona entre los empresarios las inversiones que pueden generarse en la ciudad más joven del país. La autoridad municipal hará valer todas las ventajas contenidas en la ley de Promoción Económica, aprobada para su municipio y que hasta la fecha no fue aplicada.
El sector empresarial boliviano espera que el gobierno nacional otorgue las garantías necesarias de respeto a la propiedad privada y seguridad jurídica.
El acuerdo entre municipios y el sector empresarial privado, que se consolida tras varios meses de trabajo, puede convertirse en la base para la aplicación de la economía 4.0 que busca promover el talento humano y la digitalización, que permitirá encarar con mayores posibilidades de éxito la tarea de reactivación de la economía boliviana y de la formalización de los actores económicos, agravada por la crisis sanitaria del Covid-19.
El Plan Territorial de Desarrollo Integral (PTDI) del Departamento de La Paz identifica cinco problemas que afectan seriamente a la región:
1) La población y las actividades económicas se concentran en las dos mayores ciudades del departamento: La Paz y El Alto, que tienen el 70% de la población y el 80% del PIB departamental. La tendencia es una mayor concentración, con la consecuencia lógica del decrecimiento de las otras regiones, agravando el desigual crecimiento del departamento.
2) La concentración señalada en el punto anterior se traduce en el estancamiento productivo. La Paz no llega a producir todo lo que consume, pues sus mercados están abarrotados por productos básicos peruanos, como tubérculos y frutas.
3) La concentración demográfica y económica en dos ciudades, provoca que 23 municipios del departamento están con niveles de pobreza iguales o mayores al 87%, y 29 municipios con pobreza entre el 77 y 87%. Si se excluye al municipio de La Paz de las estadísticas de pobreza, estamos en los niveles del Norte de Potosí.
4) La Paz sufre la pérdida, por migración, de su población en edad productiva debido principalmente a factores políticos, sociales y económicos. Muchos municipios se están quedando solo con niños y ancianos. Hasta el año 1976, La Paz representaba el 32% de la población nacional y Santa Cruz el 15%. La proyección de la población para La Paz este 2021 es del 26%, y para Santa Cruz el 29%. En menos de 50 años Santa Cruz duplicó su población y La Paz perdió casi un cuarto de su población.
5) El gobierno departamental tiene una débil presencia institucional en el territorio del departamento. La poca integración regional deriva en que, por ejemplo, Rurrenabaque (Beni) gravita en la provincia paceña Abel Iturralde.
Coincidiendo con el PTDI, los empresarios consideramos que urge aplicar un modelo de desarrollo desconcentrado y regionalizado y eso es lo que buscamos con los acuerdos público-privados. Estamos seguros que de esta manera lograremos superar con éxito la realidad descrita líneas arriba.

El autor es Economista, licenciado en la UMSA, con Post Grado; Doctorado Ph.D en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina y Académico de Número de la ABCE (Academia Boliviana de Ciencias Económicas).

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