martes, mayo 21, 2024
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El maestro boliviano en tiempos de la Covid-19

Tiene el alma tan pura y serena, cual las aguas de un gran manantial,

estrechemos sus manos tan tiernas que están llenas de felicidad, son las expresiones profundas del himno al Maestro Boliviano. Paradójicamente, por la emergencia sanitaria y las vacaciones adelantadas, miles de estudiantes y la sociedad no pudieron estrechar las manos tiernas de miles de maestros del Estado Plurinacional de Bolivia en el día consagrado al Maestro Boliviano, 6 de junio.

El día del maestro boliviano marca un compromiso de por vida con la educación, por parte de docentes nuevos, similar al juramento hipocrático de los galenos; porque ese día se realiza el bautizo de ellos. Es un acontecimiento creativo y festivo indescriptible, lo más resaltante es que el docente nuevo recibe recomendaciones de los docentes antiguos. El docente nuevo es objeto de muchas pruebas, como saber escribir en forma derecha en la pizarra, con ortografía y caligrafía de los grandes escritores, sí o sí, siempre corregido con unas guascas en la mano, con un ramo de ortigas (Itapallu). Ah, eso dolió, seguro durante muchos días, o tal vez hasta ahora, pero para bien del docente novel, esas manos se fortalecieron y hoy son manos que tienen endereza y fuerza energética. Basta sentir las palmadas tiernas de las manos de los maestros, uno siente paz, tranquilidad y bendecido, ya sea por recibir aprecio o felicitación por haber realizado las tareas, por resolver los ejercicios. O esas manos benditas abrazan y transmiten energía con un apretón, por un título profesional logrado, por el emprendimiento realizado y, sobre todo, por ser personas de bien social, con principios y valores. Esos son los verdaderos regalos que el maestro espera cada 6 de junio. Este legado de los maestros antiguos a maestros nuevos deberá seguir de generación en generación, en bien de la educación.

En estos tiempos de la Covid-19, el día del maestro fue muy distinto, a pesar de que las autoridades educativas nacionales, y entes sindicales, realizaron actos de congratulación al maestro; a pesar de ello, todos están convencidos de que quien da vida al día del maestro, sin lugar a dudas, es aquel niño o niña angelical que felicita a su maestra o maestro con un ramo de flores, un pequeño pastel, una tarjeta de felicitación, adquiridos con sus ahorros o hechos con sus manos tiernas. El joven o señorita que se esmera y se inspira en hacer que sea un día especial para el maestro, asesora o asesor de curso, ofreciéndole desde desayuno, almuerzo, acto cívico y regalos, desde lo más singular, hasta artículos tecnológicos.

En la mente del ciudadano a pie se gráfica esas tardes del día del maestro, con personas muy elegantes, risueñas y alegres ataviadas con regalos y mixtura en la cabeza; seres humanos relucientes y agradecidos a la sociedad y a Dios por ser docentes y tener ese privilegio de transformar realidades. Es seguro que volverán los días festivos, ahora todos vamos a luchar contra enemigo común, el coronavirus.

La mayoría de la sociedad solo escucha de las clases a distancia o llamadas popularmente como clases virtuales; sin embargo, las clases en las Unidades Educativas de provincias son con modalidad presencial. Por ello, es necesario destacar al maestro de las provincias por su sacrificada labor, ya que deja su familia e incluso arriesga su vida, para que niños, adolescentes y jóvenes gocen del derecho a la educación.

Felicitamos a todos los docentes del territorio nacional, en especial a los directores, maestras y maestros del Distrito Educativo de CAIROMA del departamento de La Paz.

 

“El maestro boliviano, al caminar en el ámbito educativo, debe dejar huellas del saber y esperanza, éstas serán profundizadas por las futuras generaciones para que jamás claudiquen…”. (A. Quispe A.).

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