sábado, junio 15, 2024
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Convulsión social por falta de soluciones

Cada vez es más frecuente el surgimiento de medidas de presión de diversos sectores sociales que consideran que sus demandas no son atendidas por el gobierno de turno. Es decir, por el régimen del MAS que está en el poder desde el año 2006, con un breve intervalo por un gobierno transitorio. A pesar de que, durante los gobiernos de Evo Morales, del cual Luis Arce Catacora fue Ministro de Economía, se tuvo la oportunidad de administrar con tino el dinero recibido a manos llenas durante la época de las vacas gordas, cuando se vendía enormes cantidades del gas al Brasil y la Argentina, no se lo hizo así. Por el contrario, prevaleció el derroche para favorecer a los afines al MAS, que se adjudicaron obras que resultaron generalmente mal hechas, carentes de planificación y que, al final, se deterioran sin uso y sin remedio. Los casos al respecto son numerosos, como el inútil museo de Orinoca dedicado a Morales, canchitas por doquier, hospitales sin equipamiento necesario, etc.
Hoy, cuando la situación económica es crítica debido a varios factores, como la mencionada dilapidación de dinero por falta de previsión y el agotamiento del gas para exportación, diversos sectores sociales, como gremiales, transportistas, defensores de la propiedad privada, personal de salud y otros están en pie de lucha, pidiendo soluciones para problemas como la escasez de combustibles, dólares, medicamentos, por normas que atentan contra la propiedad privada, etc. Como consecuencia de ello se ha anunciado medidas de presión como paros, marchas de protesta, bloqueos de carreteras, los cuales podrían ser de larga duración.
Ciertamente, la falta de combustible perjudica a los transportistas, ya que sin el energético no pueden trasladar en sus motorizados todo tipo de productos dentro del país o para exportación. Al respecto, las autoridades nacionales se limitan a asegurar que hay provisión suficiente de combustibles. Pero en varios lugares se ha reportado que hay filas en surtidores porque la dotación de combustibles es limitada. En cuanto a la provisión de dólares, su cotización oficial resulta insólita, cuando muchos son obligados a obtener la divisa norteamericana en el mercado paralelo y con una cotización que pasa de los nueve bolivianos por dólar. Tal escasez, como es lógico, provoca una subida de precios de varios productos y dificulta de gran manera las operaciones financieras.
En consecuencia, la convulsión social que, según el oficialismo, se estaría gestando desde sectores de oposición, en realidad podría agravarse por políticas erradas de los gobiernos masistas, que no han logrado solucionar problemas como los aludidos, por falta de previsión y manejo correcto de las finanzas públicas. Además, dejan de ser confiables las autoridades cuando arguyen que todo se debe a la especulación y desinformación, cuando la realidad revela lo contrario. Y es que si el río suena…

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