lunes, mayo 20, 2024
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Periodismo, esencial para la democracia

Hoy se celebra el Día del Periodista, establecido durante el gobierno de Germán Busch, a través del Decreto Supremo de 1938. De esta manera los periodistas son reconocidos como “impulsores de la cultura del progreso colectivo, porque ejercen un beneficio positivo comparable al de la enseñanza, mereciendo por tanto el estímulo y la recompensa social”.
Durante muchos años, hombres y mujeres de prensa han contribuido con su trabajo a la buena marcha de la sociedad, informando y orientando sobre todo lo que interesa a la colectividad, no faltando las intimidaciones de gobernantes empeñados en cubrir sus malas gestiones o por su afán de permanecer en el poder por tiempo indefinido. Por esa noble labor de vigilancia, el periodismo fue considerado como cuarto poder del Estado.
Sin duda, entre los medios de comunicación, los periódicos independientes que se mantienen a pesar de numerosos obstáculos de todo orden, producen contenidos, tienen línea editorial y gozan de credibilidad ante sus lectores. Lo importante es que el público siga apreciando sus informaciones, notas de opinión e investigaciones periodísticas, particularmente sobre asuntos que hoy, por ejemplo, son objeto de profusa propaganda gubernamental para hacer creer a la población que todo marcha bien. Y es que el periodismo independiente implica compilación de hechos, informaciones, opiniones y evaluación para ubicar cada noticia. A la búsqueda de comprobación de las noticias, se añade la búsqueda de reacciones y la contextualización con otros detalles y antecedentes. El trabajo periodístico implica escarbar datos que gente poderosa quiere mantener entre las sombras.
Por tanto, en una democracia de verdad, es esencial el periodismo, es decir, contar con información de calidad, con la independencia que reclama el trabajo profesional.
Lamentablemente, según un reciente informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF), “En Bolivia, los ataques, las amenazas, la censura y el hostigamiento por parte del Estado y las fuerzas progubernamentales, atentan regularmente contra la libertad de prensa. Los ataques hacia los periodistas se han intensificado, especialmente los de la Policía”. Otro análisis, de la organización latinoamericana Voces del Sur, advirtió que “El uso discrecional de la pauta publicitaria como mecanismo para la asfixia económica constituye un acto de censura y limita el derecho de la población a la información plural y de calidad”. Pero estos y otros reportes nacionales e internacionales, con tan graves denuncias, no provocan las reacciones que se espera del gobierno de turno, empeñado en favorecer solo a sus seguidores.
Finalmente, si realmente se quiere tener a una sociedad informada con transparencia, es necesario que gobernantes y gobernados respeten el trabajo de los periodistas, que es el mejor homenaje que se les puede hacer en nuestro país.

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