Luego de conmemorarse ayer el Día Internacional del Trabajo, exdirigentes sindicales y un fundador del Movimiento al Socialismo (MAS) expresaron que en Bolivia no hubo nada que celebrar este 1 de mayo, tras advertir la falta de fuentes laborales, un aparato productivo paralizado y una Central Obrera Boliviana (COB) secuestrada por intereses del partido oficialista, que hace tiempo ya no representa a la clase trabajadora nacional.
La maestra, líder sindical y exdirectora de la Escuela Política y Sindical de Confederación de Maestros de Bolivia, Wilma Plata, lamentó que el pasado 1 de mayo encuentra al país con fuentes de trabajo en crisis. “Este país tiene su aparato productivo totalmente paralizado. No hay fuentes de trabajo para los jóvenes profesionales. Si no hay creación de sectores económicos productivos, esta gente parecería que estudiaron en vano, los profesionales están por demás en este país”, observó.
En su lectura de la realidad, señaló al “gobierno prebendalista” del MAS como el principal corruptor de los trabajadores y la “capa burocrática” que actualmente tiene en vilo a los sectores obreros. “Hoy la COB está secuestrada por el oficialismo, con dirigentes ajenos y a espaldas de sus bases. Utilizan el prorroguismo para quedarse gestión tras gestión sin consultar a las bases”, criticó.
Plata señaló a la burocracia sindical como “el cáncer del movimiento obrero y popular”. “Este 1 de mayo, en Bolivia, nos encuentra con salarios congelados y nuestros sindicatos debilitados”. Para que la situación se revierta, señaló que los sindicatos deben recuperar su independencia y convocar a congreso ordinario.
Asimismo, condenó que la Central Obrera lleve adelante una política de colaboracionismo con el Gobierno, con la tarea de disciplinar a los trabajadores para que acepten la política del Estado. “El MAS es un gobierno antiobrero e incluso antiindigenista y antidocente”. En tal sentido, acusó a la COB de ser “la nueva policía” de los sindicatos.
La reconocida exdirigente del magisterio boliviano recordó que, después de la revolución de 1952, la COB nació como un órgano de poder popular, que aglutinaba a asalariados, campesinos, gremiales, juntas vecinales, inquilinos, transportistas y obreros. “Este poder popular ya parece del recuerdo histórico porque hoy es una COB como sindicato totalmente rígido y burocrático”, comparó.
Sin embargo, luego de que el Gobierno admitiera que ya no tiene dinero y no puede industrializar los recursos naturales, Plata presagió que el MAS está en agonía, y que “arrastrará” consigo a la burocracia sindical: “Los trabajadores, a ese Gobierno antiobrero, tenemos el deber de terminar de sepultar, o el Gobierno se va a volver a rearmar para sepultarnos a los trabajadores. Esa es la disyuntiva hoy en el mundo entero: o revolución o barbarie capitalista”.
Por otra parte, el exdirigente y periodista, actual miembro del Tribunal de Honor de la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz (FTPLP), Hugo Gonzales, subrayó que la COB no puede buscar la confrontación generacional al afirmar que los mayores de 65 años deben jubilarse para dar paso a la juventud, pues la jubilación es un derecho, no una obligación, estipulada en la Constitución Política del Estado (CPE).
En tal sentido, calificó la situación del trabajador de base actual como de “tremenda orfandad sindical” pues no tiene ninguna representación y reprochó estas declaraciones del actual ejecutivo, Juan Carlos Huarachi, pues considera que “a la COB no le corresponde ese papel, (sino) le corresponde mejorar la situación laboral de todos los trabajadores, jóvenes y viejos, hombres, niños y mujeres”.
Para el exsecretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) y fundador del MAS-IPSP, Félix Santos, el 1 de mayo transcurrió como un día más porque no existió ninguna transformación en la estructura del Estado boliviano ni hubo logros para los sectores obreros y productores.
“La COB ha perdido su esencia de ser representante de los trabajadores en el último tiempo. Ha perdido la confianza y la esperanza de la población. No hay aliento ni una esperanza, sino un día más (pasó)”, expresó Santos.
El exdirigente campesino observó que la salud, la educación y los campesinos están “abandonados” en Bolivia, mientras que la COB mantiene un discurso socialista sin presentar un pliego petitorio ni presentar una política sindical. “La COB está quedando sin esperanza. Ya no cuestiona, ya no plantea políticas de Estado para los obreros, campesinos ni maestros (…) COB perdió el rumbo, en 18 años se ha vuelto servil al Gobierno”, sentenció.
