El Senado de Estados Unidos ha aprobado un proyecto de ley que plantea un dilema crucial para TikTok: vender su aplicación a una empresa estadounidense o enfrentar la prohibición en el país. Este movimiento representa la última acción del gobierno estadounidense contra la popular red social china, impulsado por preocupaciones sobre posibles riesgos para la seguridad nacional. TikTok se encuentra en la encrucijada de tener que decidir su futuro en territorio estadounidense.
El mes pasado, la Cámara de Representantes respaldó este proyecto de ley con una votación de 352 a favor y 65 en contra. En aquel momento, Shou Zi Chew, CEO de TikTok, comparó la posible prohibición de la aplicación con una amenaza al derecho constitucional de los estadounidenses a la libertad de expresión.
Las tensiones entre el gobierno de Estados Unidos y TikTok han ido en aumento en los últimos tiempos, desde los intentos previos de prohibición por parte del expresidente Trump hasta las restricciones impuestas en dispositivos del Gobierno Federal y la legislación estatal en Montana. Sin embargo, ninguna de esas disputas se compara con la magnitud actual de la situación.
El proyecto de ley solo espera la firma del presidente Joe Biden para su promulgación, y este ya ha expresado su respaldo a la medida. Esto obligaría a TikTok a transferir la propiedad de su aplicación a una empresa con sede en Estados Unidos, desvinculándola así de sus raíces chinas.
La intención detrás de esta medida es abordar las preocupaciones sobre el manejo de datos de usuarios por parte de la red social y su posible uso como herramienta de propaganda por el Partido Comunista Chino, especialmente en un contexto de tensiones geopolíticas entre ambas naciones. A pesar de las negativas reiteradas de TikTok sobre cualquier conexión directa con el gobierno chino, Estados Unidos busca garantizar su seguridad cibernética.
La única alternativa para TikTok sería retirarse por completo del mercado estadounidense. La plataforma contaría con un plazo amplio de 270 días, que podría extenderse hasta 360 días, para cumplir con los requisitos de la ley.
En un comunicado en video, el CEO de TikTok, Shou Chew, expresó su decepción ante esta ley y la consideró como una prohibición no solo para la plataforma, sino también para los usuarios y su libertad de expresión. Aseguró que la compañía ha invertido significativamente en proteger los datos de los usuarios y mantener la integridad de la plataforma frente a cualquier tipo de manipulación.
La decisión final sobre el futuro de TikTok en Estados Unidos plantea un escenario crucial tanto para la empresa como para los usuarios, en medio de un panorama cada vez más complejo en el ámbito de la tecnología y la seguridad nacional.