jueves, mayo 9, 2024

Crisis latente

Eric L. Cárdenas del Castillo

El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), ha hecho conocer un estudio sobre las políticas públicas del régimen de gobierno que ejerce el poder hace dieciocho años, con un breve interregno de algunos meses de un gobierno llamado transitorio. El estudio hace énfasis en el desempeño y resultados en las áreas de hidrocarburos, minería y agricultura.
El trabajo de Cedla dice: “La actual situación de la economía y la sociedad boliviana, es la de una crisis latente de múltiples aristas. La economía después del rebote post covid de los años 2021 y 2022 vuelve a mostrar síntomas de una crisis en dos ámbitos esenciales: la insolvencia creciente del fisco y el incremento de la brecha en el sector externo” (EL DIARIO, 13 de abril de 2024).
Anotamos en notas anteriores que estábamos ya en un proceso de deterioro económico y social, fruto de algunas políticas erradas del régimen, en especial en su primera versión (2006-20019), que determinó un cuadro preocupante en variables como el tipo cambiario de la moneda nacional en relación con la del dólar norteamericano, que tiene un valor congelado hace más de una década y otro valor del mercado, agravado por la ausencia de la divisa norteamericana.
El valor del dólar oficial, resulta una falacia, pues en ningún banco se obtiene divisas con el valor oficial y con alguna dificultad en el mercado paralelo, con un valor 30 % mayor al indicado por el Banco Central. Este fenómeno cambiario ha determinado, a su vez, que todos los productos de consumo interno hayan elevado su precio, con el argumento de que ahora importan los mismos con un precio mayor del dólar y, en consecuencia, venden sus productos hasta con un 30% de recargo al precio anterior.
El aumento de precios responde a que el 80% de los productos de consumo, son importados y aun los que son elaborados y producidos internamente, también han elevado su precio, con el argumento de que los insumos para su producción son importados. Pero también los de la canasta familiar básica han subido en alguna medida, de tal manera que el ciudadano se encuentra con menor poder adquisitivo de sus ingresos.
Otra variable de la crisis, que también la menciona Cedla y a la que nos referimos antes, es el del empleo, que en nuestro país es escaso y peor aún, si consideramos que casi el 80% de la población económicamente activa, está en el sector informal, es decir que tiene ocupación, pero no empleo. Ese grueso colectivo se dedica en especial al comercio, pero carece de derechos sociales, como acceso a la salud, a la jubilación, a aguinaldo, etc. Vive al día, de tal suerte que, cuando vende o negocia come, cuando no, toma una tasa de sultana con marraqueta, es decir, está en un nivel de subsistencia.
Otro factor de la crisis en el Estado, es la incertidumbre de los ciudadanos sobre el futuro, una prueba de ello es la alta tasa de migración al exterior, en especial de jóvenes profesionalizados y mano de obra barata, lo que hace ver un cuadro de crisis social, con características de pobreza creciente.
Este cuadro se ve agudizado por la permanente confrontación política, entre oficialistas y opositores, de oficialistas confrontados por cuestiones de control partidario y candidatura presidencial, sin diferencia programática o ideológica, una lucha sórdida sólo por el poder y de diferencias personales, lo que nos muestra una situación de crisis de liderazgo, pues hasta la oposición formal partidaria adolece de resquebrajaduras, pese a su reducida dimensión. Hay otra oposición mayoritaria, pero silenciosa, es la de las amplias clases medias urbanas, que no está afiliada a sindicatos u organizaciones corporativas, pero que al final vota. Esa amplia oposición demanda un cambio en las políticas de gobierno y del quehacer de la clase política, saturada de corrupción y mediocridad.
La crisis es un proceso que responde a diferentes variables, las que al agudizarse pueden llevar al colapso de la economía, como ya atravesamos en los tiempos de la UDP, con un cuadro de hiperinflación inédito. El gobierno del régimen populista de izquierda, en su segunda versión, sigue con su propaganda de la inflación más baja, de chino filia bancaria y otros discursos alejados de la realidad en la que vivimos los ciudadanos, afectados por los yerros de la política económica.
Para encarar el proceso de crisis latente, tienen que ser tomadas medidas heroicas, disminuyendo drásticamente el gasto corriente, el despilfarro, el extractivismo, adecuando políticas a la realidad nacional, etc., medidas que no tomará el actual gobierno, que está en campaña electoralista, pues sabemos que el populismo tiene por finalidad el poder y su disfrute.

El autor es Abogado, Politólogo, escritor y docente universitario.

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