La Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), expresó su preocupación por la última determinación del Gobierno sobre el incremento salarial convenida entre la Central Obrera Boliviana (COB) y el Gobierno para el presente año. Ambos actores establecieron una subida de 5,85 % al salario mínimo y un 3% al haber básico. De la negociación no participó el sector empresarial, que pidió congelar los salarios.
El presidente de la entidad, Marcelo Holguín, sostuvo que esta nueva disposición afectará la continuidad de la productividad en las empresas y la situación de los trabajadores estaría en riesgo. “Habrá más informalidad en las calles y el costo de vida se elevará”.
Consideró que la medida afectará a la estabilidad laboral en el sector productivo y tendrá efectos en el crecimiento de la economía tomando en cuenta las previsiones que existen de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
El representante de la CANEB considera que el incremento salarial no condice con la realidad económica que vive el país, puesto que, por un lado, las cifras oficiales nos muestran una baja inflación del 2.12% y, por otro, se presentan una serie de indicadores que reflejan la situación de crisis que vive nuestra economía: bajos niveles de las Reservas Internacionales Netas (RIN), alto grado de endeudamiento, creciente déficit comercial, alto déficit fiscal, entre otros.
Desde CANEB se esperaba que el incremento salarial reflejara la inflación registrada en la gestión 2023, que fue del 2,12%, como una expresión de mantener el poder adquisitivo de salario y cuidar el empleo digno, que, cada vez, es más escaso en la crítica situación económica actual que vive el país.
El porcentaje de incremento salarial –dijo– pactado entre el Gobierno y COB no tomó en cuenta la participación de los empleadores y llega a niveles exagerados de hasta un 5,85% al mínimo nacional, lo que denota que en el país la política se superpone de manera sistemática a la racionalidad, generando mayores preocupaciones respecto de la salud del empleo digno y del desenvolvimiento de la actividad económica general.
Puntualizó que la CANEB siempre ha abogado por un enfoque, que considere tanto las necesidades de los trabajadores como la realidad económica del país. “La coordinación tripartita entre el Gobierno, empresarios y trabajadores es fundamental para construir condiciones que beneficien a todos”.