Akira Toriyama fue un diseñador y artista de cómics, un mangaka para la cultura nipona, nació un 5 de abril de 1955 en Kiyosu, Prefectura de Aichi, Japón, una ciudad de atmósfera serena, llena de áreas verdes que reflejan su atractivo. Desde muy joven adquirió un gran interés por el dibujo, aquella bella forma de expresión, lo cautivó a través de su fascinación por los animales y los vehículos.
Sus principales fuentes de inspiración fueron “One Hundred and One Dalmatians” y “Astro Boy”, la primera fue una película de animación norteamericana del año 1961, mejor conocida como “101 dálmatas”, y la segunda fue una serie de manga publicada entre 1952 y 1968, creada por Osamu Tezuka, misma que fue adaptada para una serie de televisión en 1963.
En aquellos tiempos, los estudiantes en las escuelas primarias, se la pasaban dibujando como pasatiempo, imitando los mejores animes y mangas del momento, pues no había tanta diversidad en el mundo del entretenimiento, como existe en la actualidad.
Toriyama empezó a sobresalir debido a su perseverancia, y a su facilidad de crear imágenes de sus compañeros; decidido a seguir por el sendero artístico, optó por inscribirse a una escuela secundaria centrada en el diseño creativo, donde lograría titularse como diseñador a nivel técnico.
Para convertirse en un diseñador profesional, Akira debía continuar sus estudios en la universidad, pero prefirió comenzar a trabajar, pese al descontento de sus padres, ejerció como publicista en una agencia publicitaria de Nagoya, donde diseñaba letreros y anuncios para otras instituciones.
Después de trabajar tres años en una empresa publicitaria, decidió renunciar por no sentirse cómodo con el ambiente laboral, además sentía que estaba perdiendo el tiempo, pues tampoco estaba persiguiendo su sueño de ser un artista de cómics.
Firmó contrato con la revista Shonen Jump, luego de participar en varios concursos de los que no salió ganador, aun así, el editor de Shueisha se interesó en su trabajo. Su primer éxito fue “Dr. Slump”, publicado de 1980 a 1984, en las entregas de Weekly Shonen Jump, en 1981 ganó el Shogakukan Manga Award al mejor shonen.
Ese mismo año, una adaptación de su anime, empezó a trasmitirse todos los miércoles en el horario central de Fuji TV, ganándose el cariño del público, mediante el carisma de Arale, Senbei, Midori y los demás personajes. En 1983 comenzó a construir una historia corta, para un manga que inicialmente se llamaría “Dragon Boy”, y que hoy en día, lo conocemos a nivel mundial como “Dragon Ball”.
Su fama internacional, inicio con las aventuras de Goku y sus amigos, una trama fascinante envuelta en la magia de las siete esferas del Dragón, y los deseos que estaban por cumplirse, mediante de la invocación del dios Shenlong, la historia continuó con “Dragon Ball Z”, “Dragon Ball GT” y “Dragon Ball Super”.
Por varias generaciones, crecimos viendo las creaciones de Toriyama, la bondad de Son Goku, el orgullo de Vegeta, la autoridad de Freezer, el encanto de Bulma; solamente por nombrar algunos personajes, fueron quienes marcaron la niñez de muchos.
En frases como: “puede que haya perdido todo, pero jamás dejaré de pelear por lo que creo”; “vas a tener batallas duras y habrá dolor, pero eres un verdadero guerrero, así que levántate, pelea y gana”, se encuentra nuestra esperanza, dentro de nuestro niño interior.
Es por eso que Akira, fue un maestro para muchas generaciones, brindándonos enseñanzas muy valiosas, en su brillante carrera obtuvo varios premios, fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, y ocupa el puesto 74 en la lista de los 100 mejores creadores de videojuegos en IGN, pero su mayor logro siempre será su enorme contribución a la sociedad.
Lamentablemente, Toriyama falleció el 1 de marzo del 2024, a los sesenta y ocho años de edad, producto de un hematoma subdural agudo, dejando bastantes proyectos inconclusos como “Dragon Ball Daima”; sin embargo, su legado en la industria del manga y el anime es eterno, pues alegró al mundo entero, con el empeño de sus dibujos y la maestría de su arte.
El autor es Comunicador, poeta, artista.