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Mujer del pasado, presente y futuro

Claudia Herbas Flores

Siglos atrás las mujeres estaban relegadas a labores de casa, un rol admirable desde el punto de vista de la dedicación hacia sus hijos, el esposo y el hogar.
Me imagino que, en la mente de las mujeres del Siglo XVIII, cada día estaba ocupada en qué iba a cocinar, el cuidado que tenía que hacer de los animales de la granja, hacer trueque de los huevos de las gallinas por algún artículo de la tienda del pueblo. Muy al estilo de la famosa serie “La familia Ingalls”, cuando Caroline, mamá de Laura, se preocupaba de esos esmerados quehaceres y otros más como tejer, y confeccionar la ropa de sus seres queridos.
En el mes internacional de la mujer y haciendo homenaje al 8 de marzo pasado, me ponía a pensar que, en una sociedad, no todos pensamos igual, gracias a Dios. Están aquellas personas, hombres o mujeres, que se empiezan cuestionar del porqué de las cosas y las injusticias de la sociedad.
En ese contexto, un grupo de esas mujeres revolucionarias protestaron en Nueva York y fueron las que se resistieron a las pesadas jornadas de trabajo a inicios de 1900, pero tomando en cuenta que en 1857 más de un centenar de mujeres se habían quemado en un incendio en una fábrica en EEUU. Así empezó a cambiar la historia de la mujer en el mundo moderno.
Si bien, todos los días son especiales para valorar el papel de la mujer en la sociedad, hoy vale la pena diferenciar que, comparando con el pasado, las mujeres se han superado profesional e intelectualmente, sin descuidar la atención a sus hijos.
El libro “Análisis crítico de la realidad”, del padre Gregorio Iriarte, en el capítulo sobre “problemas de género” señala que, en educación de los más de 885 millones de analfabetos adultos en el mundo, el 70% son mujeres. En trabajo, el 60% de los millones de desempleados son mujeres.
Las mujeres reciben un 40% menos salario que los hombres por el mismo trabajo.
Se calcula que las mujeres que representan el 40% de la fuerza laboral en el mundo, sólo ocupan el 16% de los puestos de gestión y menos del 6% de la cúpula de la dirección.
A la mujer del Siglo XXI, si bien ha logrado conquistar sitiales en la empresa, la política, el emprendedurismo, abriéndose espacios por sus propios medios, le quedan los siguientes retos:
• Hacer prevalecer que la salud integral es prioridad para que la mujer se cuide a sí misma, porque es pilar fundamental de la familia. Al menos en Bolivia, el cáncer uterino es la principal causa de muerte en mujeres. Mientras que en el mundo son las enfermedades cardiacas y el cáncer.
• Educar a millones de mujeres para que accedan a las escuelas y culminen sus estudios de bachillerato.
• Encaminar a las mujeres a programas universitarios de pregrado o ramas técnicas para dotarles de nuevo aprendizaje y habilidades que les permitan ser independientes económicamente.
• Luchar por la igualdad de posiciones laborales de alta decisión estratégica en los ministerios, municipios y gobiernos departamentales.
• Capacitar a las mujeres sobre herramientas de inteligencia artificial, de manera que optimicen el tiempo en sus trabajos y sean más productivas; por lo tanto, dediquen más tiempo a su familia.
• Generar más conciencia para que eduquen a los hijos de manera asertiva, con principios y valores centrados en el ser humano resiliente, para fortalecer las debilidades de la “generación de cristal”.
• Concientizar a las mujeres de áreas rurales y periurbanas para que utilicen métodos anticonceptivos, a fin de evitar que los niños vengan a este mundo a sufrir por hambre y no tengan una buena calidad de vida.
• Empoderar a las mujeres, de forma equilibrada, para que superen sus miedos propios de acoso laboral, violencia psicológica y física en el hogar por parte de sus parejas.
• Prepararlas para que administren mejor la economía del hogar.
• Propiciar que el Estado y entidades financieras otorguen créditos de consumo y vivienda justos y acorde a la realidad económica y no simples avisos publicitarios ilusorios.
Háganse la imagen de la mujer del futuro con “Sarah Connor”, el personaje heroína de “Terminator”, cuando después de librar batallas contra la máquina viviente, se vuelve más fuerte para seguir luchando con más estrategia e inteligencia. El mundo en 10 o 20 años será diferente y algo parecido a esa película. Albergará a seres más maquiavélicos, fríos y con la ley del más fuerte en las calles; más aún con la inteligencia artificial que será un duro oponente que quitará millones de puestos laborales que hoy ocupan las mujeres. ¡A prepararse se ha dicho!

Claudia Herbas Flores es comunicadora social y tutor-profesor en Facebook.

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