El 2023 cayeron las exportaciones, una buena parte corresponde a la venta de gas a Brasil y Argentina, a pesar de los buenos precios del petróleo en el mercado internacional; pero la pérdida del mercado argentino será un golpe a la economía nacional, pues se agudizará la escasez de dólares, y por ello empresarios ya plantearon una serie de medidas para lidiar con la crisis, como la flexibilización laboral, apertura a la inversión extranjera y una liberalización total de las exportaciones.
Exportaciones
En 2022, las exportaciones bolivianas alcanzaron a 13.670,1 millones de dólares y las compras a 11.869,5 millones, lo que registró un saldo comercial positivo de 1.801,1 millones.
Entretanto, a diciembre de 2023 el comportamiento del comercio exterior boliviano fue afectado por las repercusiones del contexto internacional, como el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la situación de los mercados financieros internacionales, la contracción económica mundial y el cambio climático, argumentó el Instituto Nacional de Estadística (INE) por el déficit comercial.
A nivel nacional, las sequías y los bloqueos en carreteras, en rutas de entrada y salida de mercancías al país, generaron un déficit de 585 millones de dólares, agregó.
Las exportaciones a diciembre de 2023 alcanzaron 10.911 millones de dólares, cifra menor en 2.760 millones a la registrada en el 2022. Por su parte, las importaciones en el mismo período llegaron a 11.496 millones, 374 millones menos a la de 2022.
El principal producto estrella quedó rezagado, la venta de gas natural a mercados de Argentina y Brasil. En 2022, los ingresos alcanzaron a 2.973,4 millones de dólares y cayeron a 2.046,9 millones en 2023, sufrió una caída de -31,2%.
La industria manufacturera también registró saldos negativos. En 2022, alcanzó a 6.931,5 millones de dólares, pero en 2023 bajó a 5.556,4 millones, una caída de -19,8%.
Mientras el oro metálico logró ingresos de 3.003,2 millones de dólares en 2022, pero en 2023 bajó a 2.482,4 millones, una caída de -17,3%.
Argentina
Con el anuncio de Argentina de dejar de comprar gas en octubre de la presente gestión, los ingresos por el gas cayeran más, y Bolivia perderá un mercado importante, mientras que Brasil todavía seguirá adquiriendo el producto boliviano, por el momento.
En su momento, en una entrevista con este medio, el experto y exautoridad, Mauricio Medinaceli, dijo que Brasil no dejará de comprar gas, pero ya no serán por períodos largos, sino que los contratos oscilarán entre 2 a 3 años.
Escasez de dólares
Para el economista Gonzalo Chávez, el anuncio de Argentina tiene implicaciones económicas de corto, mediano y largo plazo, así como una reducción importante de las exportaciones de gas, y por tanto, se profundizará la escasez de dólares.
En 2014, Bolivia vendió gas natural a la Argentina por valor de 2.000 millones de dólares, pero con los años la cifra fue en caída libre, debido a la disminución de los envíos y por ello se hicieron varias adendas para actualizar los volúmenes.
Chávez anticipa que no sólo se registrará problemas de dólares sino también de ingresos para el tesoro, ya que la renta gasífera es importante para el Gobierno como para los municipios, gobernaciones y universidades.
Recordó que, en 2012 la renta petrolera alcanzó a 5.800 millones de dólares y el 2023 bajó a 2.000 millones.
Pero no sólo caerán los ingresos, sino que Argentina se convertirá en un competidor importante en la región y Bolivia quedaría rezagada. El economista anunció que a mediano plazo, el vecino país pasará de comprador a competidor.
Turismo
Empresarios privados solicitaron, en su momento, a las autoridades a mejorar el clima económico del país para que lleguen inversiones y dólares, y para ello plantearon seguridad jurídica, flexibilidad laboral, libre exportación y mercados.
Hace unas semanas el sector textil, tras el acuerdo entre empresarios y Gobierno, indicó que no se benefician del mismo y por ello solicitaron a las autoridades nacionales abrir nuevamente el mercado de Estados Unidos, mediante la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (Atpdea).
Mientras tanto, el gerente general de Orbita (Observatorio Boliviano para la Industria Turística Sostenible), Andrés Aramayo, sostiene que el contexto económico actual muestra una gran necesidad de divisas para el país. En este sentido, el turismo se presenta como una alternativa viable para el desarrollo sostenible de Bolivia, al alejarse del extractivismo y atraer divisas mediante la economía creativa, la cultura y el folklore.
La economía de Bolivia depende en gran medida de las industrias extractivas, como la minería y el petróleo, las cuales experimentaron una caída del 15% en volumen y del 21% en valor durante el año 2023.
El Gerente de Orbita subrayó la necesidad de una nueva articulación público-privada en el sector turístico. Destacó que algunas prácticas arraigadas pueden no ser percibidas como beneficiosas por los viajeros.
Se refirió en particular al impacto de los bloqueos, una problemática recurrente que ha afectado eventos emblemáticos, como el Carnaval de Oruro y el Carnaval de Cochabamba. Esta situación, según Aramayo, demuestra la importancia de no limitar las festividades a eventos únicos anuales y la necesidad de diversificar las opciones festivas para atraer a un mayor número de visitantes.
Para Aramayo se debe apuntar a una estrategia turística más amplia y diversificada en Bolivia, que no solo celebre su rica cultura, sino que también la proyecte como un destino atractivo y dinámico para visitantes de todo el mundo.
Aunque el Gobierno está confiado en que la exportación de carbonato de litio, así como las plantas de biocombustibles, generarán ingresos y ahorros para el país. Para ello realizó convenios con empresas chinas y rusas para acelerar la implementación de la tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL), que todavía no se probó a nivel industrial.
