Las tensiones en las calles cercanas al Congreso de Argentina se incrementaron tras la aprobación parcial de la ley ‹ómnibus› presentada por el Gobierno de Milei, donde se quemaron contenedores frente al uso de gases lacrimógenos de la policía.
El principal foco de tensión se vive en la plaza del Congreso, lugar en el que los manifestantes llegaron a quemar un contenedor de basura, un colchón e incluso las vallas de madera que rodean al propio Congreso.
La Policía de la Ciudad informó que en la plaza por el momento detuvieron a cinco personas, cuatro mayores de edad y un menor, que según su versión estaban vandalizando el Banco Patagonia.
El otro epicentro se encuentra en la avenida Rivadavia, que comunica con el Congreso, donde los manifestantes lograron cortar el tráfico. Esto obligó a la Policía Federal, acompañada por la Gendarmería, a avanzar contra los presentes con gases lacrimógenos, escudos y balas de goma, pero por el momento no se controló la situación.
Mientras que la Gendarmería logró evitar otro corte total en la Calle Callao, que con una maniobra que duró solo unos segundos desplegaron a los agentes y consiguieron mantener un carril abierto. En esta operación, se produjeron las otras dos detenciones.
Nada más al terminar la votación los manifestantes intentaron arremeter contra las puertas del Congreso al diputado de Libertad Avanza, José Luis Espert, una de las caras principales del debate, que fue obligado a cruzar la calle para ingresar en uno de los edificios acompañado de los guardaespaldas que evitaron la agresión.
ANUNCIAN DENUNCIAS PENALES CONTRA MANIFESTANTES
La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, anunció que denunciarán penalmente a los manifestantes que quemaron bienes públicos, tiraron piedras y atacaron a funcionarios policiales.
La Cámara de Diputados de Argentina dio ‹luz verde› a la ley ‹ómnibus› de forma parcial, pero el proyecto todavía tendrá que debatirse artículo por artículo, el próximo martes. (Europa Press)