miércoles, mayo 15, 2024
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Convenios bilaterales para seguridad interna

Miguel Ángel Pablo Hidalgo Chávez

Todas las partes del mundo están ahora mucho más interrelacionadas por mercados económicos, información, tecnología. Pero también se interrelaciona el mercado ilegal (narcotráfico, trata y tráfico de personas, tráfico de armas, lavado de dinero, contrabando), tomando en cuenta, además, la fuga de delincuentes buscados internacionalmente, la migración ilegal, crimen organizado y otras conductas delictivas que traspasan las fronteras. Por tanto, por su carácter transnacional, sus efectos trascienden las fronteras de los Estados y pueden afectar a numerosas víctimas. Ante la trascendencia internacional del delito se requiere relación con la comunidad internacional y la ampliación del principio de justicia universal a los delitos transfronterizos.
Desde una perspectiva global, la delincuencia organizada transnacional se ha transformado hasta alcanzar la categoría de amenaza estratégica. Ante esta coyuntura, ningún país puede abordar en solitario los complejos problemas del mundo actual.
Por ello parece indiscutible que se debe avanzar en la construcción de un orden internacional basado en convenios bilaterales sobre temas de seguridad interna, entre instituciones policiales de países, a nivel regional y mundial. Es un objetivo estratégico beneficioso para el conjunto de la población.
Al respecto, la colaboración y coordinación internacional para el trabajo policial en frontera es clave para avanzar en materia de control. En este sentido, cuando se aborda el problema del control conjunto de una frontera se debe considerar que el comportamiento de las organizaciones criminales se desarrolla con iguales o similares características, tanto en un Estado como otro.
En el caso de Bolivia, por su posición geográfica, tiene 6.834 Km lineales de frontera con Brasil, Argentina, Perú, Paraguay y Chile, siendo, por tanto, vulnerable a las operaciones de organizaciones criminales, por lo que las intervenciones policiales pueden resultar dificultosas. Ante la evolución de la delincuencia, es necesaria la reestructuración policial en fronteras. Esta modernización organizacional ya no se la consigue colocando simplemente barreras perimétricas, sino mediante cooperación internacional mutua entre instituciones policiales, a través de convenios bilaterales para intercambio de información, operativos coordinados y conjuntos, que permitan patrullar zonas fronterizas, colaboración en procedimientos de investigación, y otros aspectos en temas de seguridad.
Es importante contar con una Jefatura de Fronteras dentro de la Institución Policial, con el objetivo principal de fortalecer los convenios bilaterales a través de su seguimiento y cumplimiento, así como de proponer nuevos acuerdos y conseguir apoyo logístico y capacitación en el marco de la legislación internacional.

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