Explotación de litio, la historia se repite

En una ceremonia interesante realizada en el Salar de Uyuni, el pasado 15 de diciembre, el gobierno del Estado Plurinacional ha inaugurado la Planta Industrial de Carbonato de Litio, para la cual se invirtió Bs 766,9 millones. Se anunció a la par que el país producirá anualmente 15.000 toneladas de carbonato de litio y que ganaremos 3.000 millones de bolivianos por año, iniciando así un nuevo capítulo de nuestra historia. Entonces, se pone en marcha el denominado Plan del Litio, que implica más procesos industriales.
El proyecto será de propiedad del Estado Plurinacional, según su política de capitalismo de Estado, y con él se espera incrementar, en alto porcentaje, los ingresos económicos para el país y así enfrentar la carencia de divisas ocasionada por el agotamiento de las reservas de gas que es vendido al Brasil y la Argentina, así como por la baja en cotizaciones de otras materias primas.
La industrialización del metaloide litio es fruto de largas gestiones que empezaron anunciando que serían de exclusiva explotación estatal, pero como el negocio era más difícil y costoso de lo que se esperaba, se recurrió a interesar a compañías capitalistas privadas del exterior, para que se hagan cargo de esa industria.
Finalmente, hace un año, luego de licitación, se concedió parte del salar de Uyuni a una empresa capitalista china que, pese que anunció que empezaría a dar beneficios, hasta el presente no hace algún anuncio sobre el desarrollo de sus investigaciones. El producto de esas labores hará posible la explotación directa del litio sin pasar por la etapa de evaporización, por lo que en un día se obtendrá el litio que se obtiene en un mes, y se garantizará gran producción, exportaciones y, ante todo, dólares.
En la historia de Bolivia está registrada la etapa colonial de la plata, a la que siguió la del estaño y hasta hace poco la del gas. En esa forma, en la época republicana el país minero había sustituido al país agrícola. En la actualidad, el agotamiento de yacimientos de gas ha dado fin a la etapa de dependencia gasífera y se abre la etapa de la explotación de litio y posiblemente hierro. Esas materias primas no serán industrializadas en el país, sino en el exterior. Y el Estado Plurinacional necesita dólares para mantener su administración y dedicarse a la importación de toda clase de productos de industrias extranjeras.
Es de anotar que esa economía exportadora y mono productora tiene proyecciones políticas y favorece las metas coloniales de los países exportadores. Seguramente la etapa del gas será sustituida por la etapa colonial del litio, bajo dependencia de nuevos imperialismos.