Cadetes lesionados

Hace meses, pudimos ver en canales de televisión y las redes sociales, cómo dos cadetes del Colegio Militar del Ejército de Bolivia, caían al vacío, en una demostración denominada “Salto de la muerte”.
Hace aproximadamente 40 años, apareció en el país una maestría denominada “Planificación de proyectos”, en primera instancia, enfocada en los economistas, años después tomaron esta maestría muchas otras carreras, como ingenierías, etc. En los últimos años se usa inclusive la planificación en el hogar, con la “Planificación familiar”, podría ser, por ejemplo, con el uso de anticonceptivos.
Y es que, para cualquier actividad humana, en la actualidad debe haber planificación. Es así que para el denominado “Salto de la muerte”, debe existir una planificación minuciosa.
En consecuencia, debió haber una planificación escrita del “Salto de la muerte”, realizada por el instructor respectivo, la que debió ser aprobada y revisada, en los diferentes niveles de mando, hasta llegar al Ministerio de Defensa. En la planificación debe estar un ítem o subtítulo denominado “riesgos”. Este ítem debería señalar en el “proyecto” o “planificación” los diferentes riesgos de la operación del salto, como: fallecer, quedar ciego por un desprendimiento de retina, quedar paralitico de por vida, etc.
Por otra parte, debería haber otro ítem o subtítulo que haga contraposición a los “riesgos”, como ser “planes de contingencia” o “soluciones para los riesgos”. Así, por ejemplo, como “soluciones” debió el Ministerio de Defensa, realizar los cálculos respectivos en el “Presupuesto Anual del Ministerio de Defensa” y, por ende, de Bolivia, para la manutención y curaciones de por vida de ambos cadetes.