Cada vez que equipos bolivianos logran imponerse a planteles del extranjero en La Paz, especialmente a los de renombre de Argentina y Brasil, la crítica de esos países atribuye- de manera sistemática- los resultados a la altura de La Paz, restando mérito a la calidad de los triunfadores.
Esta situación se repitió de modo muy similar en los días que anteceden, luego de la victoria de The Strongest por 3 a 1 frente a River Plate el pasado martes y con el partido Bolívar 3 Palmeiras 1, el miércoles por la Copa Libertadores.
El tema de la altura, largamente debatido en el ámbito futbolístico, históricamente ha sido rebatido y analizado médicamente. Bolivia- en especial La Paz- se ha convertido en víctima de argumentaciones contrarias a la práctica del balompié a más de 3.500 metros de altura, incluso la FIFA ha considerado en tres oportunidades, vetar su práctica, pero sin tener éxito con esta pretensión, que es injusta y hasta ambigua, ante estudios científicamente comprobados.
El 31 de mayo de 1996, el propio presidente de la FIFA (Joao Havelange) reconoció y autorizó los juegos en la altura, sin restricción de ningún tipo, salvo la aclimatación de los deportistas de al menos cinco días. Vale decir, que la aclimatación de un equipo es parte de la responsabilidad de la preparación física y no del espacio geográfico donde se disputa la competencia.
Empero, lo sorprendente es que cada vez que un “equipo grande” pierde en La Paz o en otra ciudad alta, se desentierran argumentos que ya fueron superados y se contraataca con el tema. Ocurrió en 1977, cuando la selección nacional eliminó a Uruguay del Mundial Argentina 78; en 1993 cuando también nuestra selección le quitó el invicto de 40 años a su similar de Brasil, con gol de Marco Etcheverry. Esas arremetidas siguieron hasta 1996, cuando (según menciona el historiador Carlos Mesa), la pretensión de vetar nuestro fútbol, cayó ante argumentaciones médicas.
En los años 2000 este problema persistió (justo cuando perdían los grandes en La Paz) y ahora, en el siglo XXI, ante las derrotas irrefutables de River Plate y Palmeiras, se vuelve a hablar del tema y lo que es peor, se desata una guerra sucia contra Bolivia.
El medio argentino, TNT Sports, en el programa CNN Radio conducido por Pablo Giralt supuestamente conversó con Enrique Triverio, jugador de The Strongest sobre el partido que disputó el equipo boliviano ante Rive Plate por Copa Libertadores. En las declaraciones habría aludido al tema de la altura de manera negativa, restando el mérito a su propio equipo.
El miércoles por la mañana el futbolista en su cuenta de Instagram publicó: “Quiero utilizar este medio para aclarar que yo nunca di una nota a TNT Sports Argentina, no me hago cargo de los dichos de un tercero”.
¿Será que ante la falta de argumentos se está recurriendo a la mentira?. Lo cierto es que tanto la Federación Boliviana de Fútbol, The Strongest , los colegas de TNT Sports y el propio Triverio deben aclarar esta situación ante Conmebol y tribunales internacionales de ética periodística.
De comprobarse una alteración, se habría cometido un delito de imprenta (según las leyes bolivianas) porque está afectando y ofendiendo de manera extrema a Bolivia.
Ghilka Sanabria
