domingo, abril 28, 2024
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Reservas de oro en Larecaja

 

Parte II

 

EXPLORACION Y EXPLOTACIÓN AURIFERA

Finalmente, en las décadas del 70 y 80 se explotó en forma mecanizada las playas y terrazas del río Tipuani, existiendo poblaciones o campamentos mineros en Llipi, Gritado, Unutuluni, Chimajauckata (Chima), Las Lomas, La Rinconada, la población misma de Tipuani, Cangallí, Jaujenio, Carmen de Socosa, Cueva Playa, Chuchiplaya, Churihumani y otros campamentos hasta cerca de la localidad de Guanay.

La energía era proporcionada por una planta situada en Gritado con una línea de alta tensión de 6.600 v. y grupos electrógenos. Desde la localidad de Tipuani se podía bajar y subir por el río homónimo en forma dificultosa en embarcaciones con motores fuera de borda de 40 a 60 HPs. Hasta la década del 60 existía una pista de aterrizaje en Tipuani, la cual fue explotada totalmente.

En Tipuani la explotación de las terrazas auríferas (tajos) se realizaba de la siguiente manera: aprovechando la pendiente, se conducía el agua mediante acequias hasta un estanque, de manera que dicha cantidad de líquido elemento se dirigía hasta el material aurífero de las terrazas, el mismo que previamente había sido removido manualmente o ablandado mediante disparos de dinamita. El material era arrastrado por el agua a una canaleta empedrada (“tojlla”), de manera que el preciado metal quedaba retenido entre las mismas, siendo posteriormente concentrado el oro en bateas. Este método (“tajos”) era utilizado sobre todo en la época de lluvias por la abundancia de agua y como consecuencia fatal contaminaba el río Tipuani.

La explotación aurífera en el material aluvial (playas) en un principio se realizaba mediante “cuadros” (perforaciones verticales), hasta llegar al “bed rock” (plan de peña) o al “falso bed rock” (plan de Cangallí), donde se presentaba un venero basal. Los cuadros eran enmaderados. Las secciones útiles de los cuadros eran de 2 por 1,80 metros, debiendo excavarse 2,30 por 2,10 metros. Una vez que se llegaba al “bed rock” se avanzaba un metro de profundidad más con el fin de formar una cavidad (“tazón”) destinada al desagüe y así posteriormente el agua era bombeada hacia el exterior mediante 2 a 4 bombas de 3 pulgadas, ya que existía una chorrera constante. Posteriormente una vez que se llegaba al piso, lo que los mineros llamaban “comunicar”, se seguían con socavones en dirección al río o hacia la playa. Estos socavones tenían un metro de altura y un ancho de dos metros. La longitud de los socavones era hasta de unos 30 metros. Conforme se avanzaba, se iba enmaderando (“callapeando”) para evitar los derrumbes. A veces ingresaba el “gran capitán” (riada).

Los mineros encargados del enmaderado se llamaban “matapalos”. Los trabajadores encargados del avance eran los “barreteros”; la carga removida por ellos era paleada a unas carretillas hasta la base del cuadro y desde ahí en baldes con winches (y poleas) era transportado hasta la superficie, donde el preciado metal amarillo era concentrado en un lavadero y finalmente, el oro era reconcentrado en una batea o “chua”. El oro así obtenido era vendido al Banco Minero o a particulares, cuyo aporte era repartido entre los cooperativistas.

Fuera del trabajo de interior mina, existían personas, sobre todo niños y mujeres, dedicados a la “barranquilla” o sea el lavado de desmontes.

En los años 80 y 90 del siglo pasado, los cooperativistas trabajaron en una forma más mecanizada, la carga era removida mediante tractores que también abrían una fosa. Posteriormente eran utilizadas palas retroexcavadoras; el material era transportado mediante volquetas hasta las cribas o “lavadores” construidos sobre fundaciones de concreto. De este modo se obtenía el metal mediante canaletas al final de la criba para su posterior concentración en bateas y comercialización. El oro, cuando se presentaba en partículas pequeñas (chispas) o en polvo, eran separadas de otros minerales pesados mediante amalgamación, que provoca una gran contaminación. Entre los minerales pesados de las arenas negras se presentan también granates, hematitas y bastante ilmenita.

Actualmente la explotación aurífera se reduce y se realiza en el “cauce antiguo”, el mismo que ha sido explorado en varias partes y explotado con gran éxito por la Compañía Aramayo y las cooperativas Molleterío y Piscini-Morapampa en las regiones homónimas. Es decir que esta exploración consiste en hallar el “cauce anterior” del río Tipuani, labor muy difícil por el tectonismo presente en la zona y la carencia de grandes inversiones. Lo mismo ocurre en uno de los ríos cercanos a la zona como es el río Challana.

Todas estas explotaciones de este placer aurífero muy rico, concentrado en una pequeña zona, trajo como consecuencia la contaminación del río Tipuani, dejando para hoy desmontes, bellas historias, leyendas, fallecimientos, recuerdos de aventuras, derroches, diversiones, tristezas, algunos ex cooperativistas muy acaudalados y comerciantes enriquecidos.

En ciertos meandros (curvas) el río Tipuani era desviado mediante socavones, quedando los yugos de buey secos y su explotación aurífera se facilitaba notablemente.

La pureza del oro obtenido en Tipuani es de 24 quilates. Cabe recalcar, que el oro de 24 quilates equivale a casi 100% de pureza. La cotización internacional del oro viene en onzas troy que es igual a 31,1035 gramos de oro de 100 % de pureza. Los joyeros producen joyas de 18 quilates y los 6 quilates restantes, son de plata o cobre, para darle mayor dureza al oro, ya que el mismo es muy maleable. El oro de la región de Unutuluni (Tipuani), es «oro grueso» o «pepas» y conforme va discurriendo el rio Tipuani, las partículas son achatadas o planas y el oro es menudo. Los compradores de oro adquieren partículas pequeñas con equivalencia hasta de 100 miligramos, equivalente a un palito de fosforo en la balanza correspondiente.

Se debe recordar que el oro extraído tuvo muchos destinos, como la exportación (estando depositados en muchas bóvedas de bancos del mundo), el depósito en forma de lingotes como reservas, en el Banco Central de Bolivia, la fabricación de bellas joyas utilizadas en las principales entradas folklóricas del país, la utilización en puentes dentales tan característicos, entre otros.

“¿Quién entiende al hombre?, el cual en forma dificultosa y con mucho trabajo, retira el oro de las profundidades de la Tierra, para depositarlo luego, en forma de lingotes, en las bóvedas subterráneas de los bancos, también en lo profundo de la Tierra, sin siquiera llegar a utilizarlo”.

 

COSTUMBRES Y DIFERENTES ACTIVIDADES EN TIPUANI

Las diferentes actividades en Tipuani giraban alrededor de la explotación del oro. Así las cooperativas mineras tenían reglamentos regidos por sus propios estatutos como ser, la ausencia en el trabajo por parte de los cooperativistas debía ser compensada con la provisión de troncos extraídos de los alrededores para realizar el callapeo.

De la misma manera la ausencia de un cooperativista debía ser reemplazada por un «representante». Cuando la explotación era intensa se precisaba de mayor personal y se tenía a los «voluntarios», los cuales colaboraban en el trabajo y su compensación era dada por el lavado de desmontes.

Las actividades deportivas, eran muy competitivas entre las diferentes cooperativas e inclusive contrataban a jugadores foráneos.

Los víveres, ropa y comida eran muy caros, debido al transporte que los encarecía. La provisión de carne vacuna se realizaba con ganado que llegaba en pie desde Sorata o Apolo. El comercio de alimentos enlatados (conservas) era lo más común, así se tenían «latas de sardinas» de diferentes marcas, «picadillos», cornee bif («viandadas») y otros, cuyo costo era duplicado o triplicado según el lugar de explotación. La manipulación y preparación de los alimentos era muy precaria, por lo cual eran muy comunes las enfermedades intestinales.

Para las actividades mineras, cuando no existían vías de comunicación, excepto el río Tipuani, como Churihumani, se llevaba el combustible en turriles, con cooperativistas expertos en natación. Además, en ciertas localidades se proyectaba películas mediante personas conocidas.

El Banco Minero de Bolivia (BAMIN) era la entidad encargada de proporcionar préstamos a las cooperativas, las mismas que pagaban con la producción de oro, con los descuentos respectivos. Esta situación, favorecía al contrabando de oro, mediante rescatadores (“rescatiris”), los que compraban oro en Tipuani y vendían fuera de dicha localidad con precios mayores. Esta actividad era muy controlada y perseguida, con el decomiso correspondiente. BAMIN funcionó hasta 1995.

En las fiestas y otros acontecimientos, el consumo de cerveza era imprescindible. En reuniones familiares, se preparaba el “kallu”, que consistía en colocar en un bañador, una ensalada de cebollas, tomates, queso, sardinas y consumirlo con pan. El trabajo minero, era continuo y se realizaba en 3 turnos o “puntas”. El primer turno era de 8 de la mañana hasta 4 de la tarde, el segundo de 4 hasta media noche y el tercero de 12 de la noche a 8 de la mañana, dicha labor tenía un “jefe de punta”. El fin de semana se extraía material aurífero, cuyo importe se utilizaba para adquirir material de trabajo.

 

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