lunes, junio 17, 2024
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Hacinamiento en cárceles del país sobrepasa el 500%

Los últimos días se conoció que cuatro reos fueron asesinados en recintos penitenciarios paceños, mientras otro murió por un disparo en Cobija, capital de Pando, en ese marco el exdirector de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos, recordó a EL DIARIO que existe más de 500% de hacinamiento y que el 70% son personas que están con detención preventiva y no tienen sentencia.
Llanos manifestó que en Bolivia existen 24.913 internos, aproximadamente, de ellos, solo 8.275 cuentan con sentencia, mientras que 17.513 se encuentran con detención preventiva y 1.718 con orden de apremio.
En el departamento de Santa Cruz existen 10.479 privados de libertad, 3.252 con sentencia, 6.873 con detención preventiva y 354 con apremio.
En el departamento de La Paz existen 5.832 reclusos, de ellos, 1.235 tienen sentencia, 4.172 están con detención preventiva y 425 con apremio.
En el departamento de Cochabamba existen 3.361 personas privadas de libertad, de éstas solo 936 tienen sentencia y 2.301 tienen detención preventiva, 124 están con apremio.
En Tarija existen 1.793 personas privadas de libertad; en Beni 1.195; en Oruro 1.679; en Potosí 1.113; en Chuquisaca 1.309 y en Pando 665. [17:01, 28/2/2023] Ramiro Llanos: Sentenciados es el 30,08%
“No ha variado el porcentaje desde el año 1990. El dato es aterrador, ya que no hay espacios dónde puedan acomodarse esos detenidos, en las construcciones desde hace décadas. Más de 500% de hacinamiento. Solo se construyó el PC 7 en Palmasola para 450 personas, Montero para 300, El Palmar en Yacuiba para 200 personas, se amplió un pabellón en Morros Blancos en Tarija y en Villa Busch Pando. La convivencia es muy difícil y se hace violenta, corrupta y, principalmente indigna, inhumana y viola Derechos Humanos”, advirtió Llanos.
A ello – dijo – se suma la promiscuidad en relación a enfermedades, servicios higiénicos, etc.

ASESINATOS
El 27 de febrero se conoció que un interno del penal de San Pedro de La Paz perdió la vida, aparentemente por enfermedad, no obstante, ayer, el fiscal Edwin Sarmiento informó que el examen forense confirmó que el fallecido sufrió lesiones y que las mismas serían la causa de una laceración que le quitó la vida.
El 26 de febrero, se conoció que un privado de libertad de la cárcel de Villa Busch, Pando, disparó un arma de fuego contra dos reos en el sector Titanic; uno perdió la vida y el otro fue herido y trasladado hasta el hospital Roberto Galindo Terán de la ciudad de Cobija.
El 20 de febrero, Régimen Penitenciario confirmó el fallecimiento de dos reclusos en el penal de Chonchocoro del municipio de Viacha en el departamento de La Paz.
“Durante el llamado de lista del Bloque C, el personal policial evidenció la falta de dos privados de libertad. Durante el operativo de búsqueda de los desaparecidos, los efectivos policiales se percataron que el taller de hojalatería estaba cerrado con dos candados en la parte externa y al interior, por lo que se procedió a forzar los candados con una amoladora para abrir el taller donde se encontró a los privados de libertad César A. V. y Víctor M. M., colgados en el galpón y sin signos vitales”, dice parte del informe oficial de Régimen Penitenciario.
El 13 de febrero se conoció que un preso imputado por violación múltiple murió en la cárcel de Chonchocoro luego de protagonizar una pelea con otro recluso. Se conoce que fue golpeado con un palo de escoba.
“Un privado de libertad ha agredido a otro. Hubo agresión mutua, pero uno de los privados de libertad ha sido lesionado en la cabeza, con golpes, con un palo de escoba. (…). En horas de la noche, a las 00:00, ha fallecido, no se lo pudo reanimar”, informó, en la oportunidad, el director del Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias.
NO PUEDE SER
NORMALIZADO
Al respecto, el exdirector de Régimen Penitenciario, abogado y docente universitario, Ramiro Llanos, manifestó que no se puede “naturalizar” la muerte de los internos, principalmente porque la mayoría de ellos no tienen sentencia y se encuentran solo como detenidos preventivos.
Llanos advirtió que al no existir un reglamento carcelario, en los recintos se hace lo que se puede, la delincuencia actúa y aprovecha posibilidades de realizar ilícitos.
“La cárcel es como el ajedrez, te descuidas y te gana la delincuencia. Al no haber motivación para rehabilitación, los privados de libertad solo ven apresurar sus salidas incluso fugando, utilizando para esto a los servidores penitenciarios”, advirtió.
En ese marco aseguró que es necesaria la reforma penitenciaria, Ley del Sistema Penitenciario que fue presentada a la Asamblea Legislativa, hace siete años, empero no obtuvo respuesta.

POLICÍA EN LAS CALLES
Por otro lado, Llanos advirtió que la Policía debe estar en las calles cuidándonos de la delincuencia, no en labores administrativas en recintos penitenciarios, ya que esa labor es para otros profesionales.
“Los policías deben trabajar ocho horas como toda persona y en turnos para cubrir día y noche, en lo que se conoce como Policía Comunitaria, el vecino debe conocer a su Policía y este debe permanecer en esa calle o barrio durante varios años o por toda su vida activa. Se realiza control social de la vecindad a la autoridad policial y el policía se integra a la vecindad conociendo sus problemas y se hace respetar por todos por su buen comportamiento, por su honestidad y trabajo ético. Se intercambian buenas prácticas o experiencias de otras zonas o calles que tienen también Policía Comunitaria”, manifestó.
En ese marco reiteró que la policía no puede estar en establecimientos penitenciarios porque no está formado para esa labor que requiere de especialización en manejo de conductas de personas adultas con distintas personalidades psicológicas.
“Las cárceles son como una esponja, ingresan todo tipo de personas, de distintos estratos sociales, con traumas psicológicos, huérfanos, de hogares desechos, con padres, madres violentos, adictos, alcohólicos, otros sobreprotegidos, con estudios humanísticos, otros solo con estudios de primaria, también analfabetos funcionales. A la cárcel también ingresan los que no tienen capacidades cognoscitivas, etc., etc. Quien podrá rehabilitar a estás diversas personas, por supuesto no los brazos fuertes, ni los uniformados del Ejército o Policía, solo los que estudiaron ciencias de conducta, los que se dedican a salvar al ser humano, los que logran educar a la persona”, apuntó.

SEVERAS DEFICIENCIAS
En esa misma línea, el diputado de oposición, Erwin Bazán, manifestó que las severas deficiencias en el sistema nacional penitenciario, su administración y normativa deben ser debatidas, así como el aumento de internos en las cárceles y la criminalidad.
“El tema de las cárceles en Bolivia debe debatirse, inclusive, (…) es un debate que no se ha querido encarar (…) o es que hay intereses detrás para que todo siga igual en el sistema carcelario. ¿Cuánto dinero generan las cárceles para ciertos niveles de gobierno que se benefician por cómo están las cárceles? es un debate que debe iniciar”, cuestionó.
En este contexto, calificó de “desproporcionada” la comparación realizada por el director de Seguridad Penitenciaria, Hernán Romero, quien afirmó que en Bolivia no existen muertes colectivas, además de que los indicadores de violencia en el país no alcanzan a los registros de Perú, Colombia o México,
“Esta comparación es absolutamente desproporcionada. Primero no tenemos la densidad poblacional ni el sistema de penitenciarias de México ni de Colombia. No sé si quiere que los índices criminalidad en Bolivia lleguen a los índices de México”, desaprobó a Hernán Romero.
Bazán planteó como una posibilidad de reestructuración del sistema carcelario nacional retirar la administración de la Policía Boliviana. “Expertos afirman que se debe seguir el modelo donde el sistema es administrad por un mecanismo civil. Puede haber muchas opciones, es un debate que debe iniciar en Bolivia”, apuntó.

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