La noche del martes, el dirigente cocalero, César Apaza, fue llevado de emergencia de la cárcel de Chonchocoro al hospital de Clínicas de La Paz, debido a una embolia y parálisis de la mitad de su cuerpo, informó ayer la abogada Evelyn Cossío, a tiempo de aclarar que hace cuatro meses vienen pidiendo una salida médica que no fue atendida.
“A lo largo de estos cuatro meses se le ha negado el derecho al acceso a la salud, tomando en cuenta que se ha puesto a conocimiento de su estado de salud, empero el fiscal Vladimir Bolívar no le ha prestado la debida diligencia a efectos de emitir los requerimientos y que los mismos puedan ser evaluados por especialistas del área, a consecuencia de esta situación tenemos que lamentar el decaimiento de su salud. La lesión que él tiene es irreversible, él no va a poder tener la misma movilidad en su cuerpo, va a necesitar fisioterapia y eso no podrá ser atendido en el penal”, explicó Cossío a FmBolivia.
La jurista lamentó que su patrocinado haya tenido que peregrinar por atención médica en el penal de Chonchocoro, logrando que el médico que atiende al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, le preste sus servicios.
Apaza, que es crítico al Gobierno, fue aprehendido en septiembre de 2022, por la toma del mercado ilegal liderado por el dirigente afín al Movimiento al Socialismo (MAS), Arnold Alanes. Al momento de su aprehensión, por efectivos policiales vestidos de civil y encapuchados, Apaza fue brutalmente golpeado, dejándolo con al menos cuatro días de impedimento.
“El señor Apaza fue golpeado y torturado en el momento de su aprehensión. Fue enviado al penal de San Pedro. De forma abusiva, el director de Régimen Penitenciario (Juan Carlos Limpias) ordena el traslado al penal de Chonchocoro. Esto ocasionó que decaiga en su estado de salud”, recordó la jurista.
Apaza fue el presidente de Autodefensa de Adepcoca durante los conflictos por el mercado de Villa Fátima.