lunes, mayo 20, 2024
InicioSeccionesEditorialCrecen mendicidad y pequeño comercio

Crecen mendicidad y pequeño comercio

Los datos estadísticos que regularmente ofrecen el presidente Luis Arce Catacora y algunos de sus ministerios no pueden ser más halagadores a la vista del público, ya que todos ellos muestran crecimiento y, por tanto, permiten tener conocimiento de lo que está ocurriendo. Asímismo, originan optimismo al suponer que el plan de reactivación de la economía nacional está en pleno ascenso y no tardará mucho tiempo en que seamos protagonistas de un nuevo boom o etapa de las “vacas gordas”.
Sin embargo, ese optimismo que originan las cifras y los cuadros estadísticos oficialistas, cae a cero, cuando se observa en las calles de las grandes ciudades del país, en particular en la sede del gobierno, a mendigos que piden limosna, mujeres con niños en brazos que extienden la mano, o para dar pan a sus hijos, hombres que se quejan por la falta de empleo.
Otras personas que muestran pobreza son quienes venden en las calles alimentos, dulces, panes y algunos objetos usados y que, organizados en el gremio de los comerciantes callejeros, llenan las aceras, impiden el libre tránsito de la ciudadanía y al presente son tantos que existen en mayor cantidad que los consumidores.
El panorama social, en ese sentido, contradice las estadísticas que muestran crecimiento de la economía, pero no todo lo que brilla es oro. En efecto, en líneas generales, en últimos tiempos, la pobreza está en aumento entre la población, como revelan los hechos en el aumento de puestos de venta en las calles, así como el crecimiento de la mendicidad, que serían los verdaderos indicadores del estado en que se encuentra la economía del país. A todo eso se agrega el desempleo producido por el mal estado de la industria y que está causando una serie de efectos sociales y, en algunos casos, obliga a la gente a dedicarse a actividades ilícitas, como por ejemplo el contrabando, que ha alcanzado niveles que las mismas autoridades hacen conocer, en especial la oficina de Aduana. Ese estado de cosas es más lamentable al observar que no hay posibilidades reales de que cambie.
Finalmente, se debe señalar que está en plena vigencia el llamado “nuevo modelo económico, social, comunitario y productivo”, por el cual la solución de la crisis está en redistribuir los excedentes entre la población. Tal receta pondría fin a la pobreza, pero ha quedado sin práctica, debido a que no aumentan las ganancias de las empresas para distribuir los excedentes, los precios de las materias primas de exportación siguen bajos y no alcanzaron los niveles registrados, providencialmente, entre los años 2006 y 2016.

Artículo anterior
Artículo siguiente
ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES