domingo, abril 28, 2024
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El pueblo exige censo, aquí y ahora

Esta es una cita del maestro Confucio: “Saber lo que es justo y no hacerlo es la peor de las cobardías”.

El censo en este último tiempo se ha vuelto una piedra en el zapato de los gobernantes de turno, porque el pueblo en general exige el cumplimiento de tan importante encuesta nacional que, según norma fundamental del Estado, debe realizarse con un periodo de 10 años. La misma es imprescindible para conocer la situación social y económica en la que se debate nuestra nación. De igual forma, nadie puede soslayar que los departamentos de Santa Cruz y Tarija se han convertido en el motor de la economía nacional, con agroindustria, ganadería, producción de gas, y otros recursos energéticos para suministro y sostenimiento alimentario de gran parte de la población nacional.

En el caso de la capital oriental, sin duda se ha convertido en la de mayor crecimiento demográfico, por la migración de connacionales, que llegan en busca de mejores y dignas opciones laborales, porque en sus regiones no encuentran mayores oportunidades, porque son simples comerciantes de baratijas, lo que, según quienes gobiernan, es vivir del día a día. Claro que sí, pues el Estado, en casi 15 años de gobierno del llamado proceso de cambio o revolución democrática cultural, fue incapaz de cambiar dicha situación, ahí estamos.

Quien escribe fue alguna vez funcionario del INE, cuando no había redes sociales, telefonía digital, etc., y trabajábamos con lápiz y papel, recorriendo manzanos y zonas, recogiendo información fidedigna. Actualmente se tiene tecnología celular, telefonía digital, GPS, etc., instrumentos imprescindibles para nuestras actividades laborales. En el pasado hacíamos encuestas de hogares, censo de actividades económicas y, por último, las encuestas mayores, el Censo de Vivienda, y el Censo Nacional de Población y Vivienda. En ese entendido, la organización, la planificación del trabajo se hacía tomando en cuenta la base de datos que la institución cuenta con sus diferentes áreas, social, económica, etc., mismas que son actualizadas de forma periódica.

El Censo Nacional de Población y Vivienda, que es motivo de la demanda y reclamo de la población boliviana, es una encuesta que se realiza cada 10 años. Es como una radiografía de la realidad social de la población que vive en los 1.098.551 Km2 que tiene el territorio boliviano.

En este entendido, a los personeros del INE les consta que antes del día del empadronamiento censal existe una prima facie, la encuesta o pre censo, vale decir el Censo de Vivienda o actualización cartográfica. Es decir que esta encuesta el INE debió hacerla en la gestión 2021, lo que implica que la referida institución ya cuenta con la base de datos según cronograma extremo. En este tiempo, no haberlo realizado implicaría incumplimiento de deberes, pues no he visto ni escuchado que algún personero del INE se manifieste al respecto. Solo aparecen funcionarios del Gobierno de turno para decir hasta el cansancio que se requiere que el censo sea TÉCNICO, basado en estándares internacionales, con consenso. Ello es evidente, pero la decisión de realizarlo o no es potestad del Gobierno central. A todos los que hemos trabajado para el censo, desde lo básico, nos consta que el objetivo principal del Censo Nacional de Población y Vivienda –que es su nombre correcto– es saber cuántos habitantes somos, dónde vivimos, las necesidades básicas, sociales, grado de desarrollo económico, de instrucción. Con esa imagen fotográfica de la realidad nacional, el Estado planificará la gestión para el desarrollo del país y la población. Vale decir, generar políticas públicas, que es el fin principal del censo, así de claro.

Lo inaudito y aunque usted no lo crea, es que, en 15 años de vigencia del Estado Plurinacional, se deja entrever que la nación fue manejada a capricho de los gobernantes, bajo la lógica del “yo le meto nomás” y el resto que lo arreglen los abogados. Parecería que el centralismo es el único sistema de gobierno, porque autonomía no existe. Los gobernantes de turno condicionan las finanzas de los gobiernos locales, departamentales, con el propósito del control absoluto del poder en el gobierno. Pero nos hablan de “gobernar obedeciendo al pueblo”, algo irónico que solo quedó en mera fraseología, porque el Estado es dócil y útil con los sectores que son afines a sus propósitos, mientras que a los demás los trata con prepotencia o los acorrala y somete con la fuerza pública y sus grupos sociales –dizque de control social–. Es decir, se favorece a huestes útiles y serviles, y para el resto palo y pare de contar.

La región autónoma del Gran Chaco es fiel reflejo de la usurpación de sus regalías por parte del Estado Plurinacional, pues en 15 años de gestión fueron birlados más de 3 mil millones de dólares, sin dejar algo para los municipios de la región, menos trabajo digno. Eso en complicidad con algunas autoridades de la región.

Censo en 2023 es una petición justa y legítima, a pesar de los tecnicismos de los que hablan el gobierno y sus huestes para diferirlo hasta el año 2024. Son simples cálculos políticos para beneficiar al gobierno de turno, pues el INE, como dije líneas arriba, tiene todos los instrumentos y mecanismos para hacerlo, pues todo está diseñado con el pre censo o Censo de Vivienda o Actualización Cartográfica. Pero ahora la autoridad de planificación del Estado refiere que, por las lluvias y otros, el censo en 2023 no es viable para los pueblos indígenas del oriente. Está totalmente alejado de la realidad, pues el Estado ahora cuenta con medios de comunicación e integración para llegar a los lugares más recónditos de la Patria. Y es que hasta el ciudadano más humilde en el país tiene teléfono móvil.

Por todo ello, compatriotas, el Censo de Población y Vivienda es un imperativo para 2023, tomando en cuenta que ya se lo está difiriendo un año, lo que pone en duda su ejecución dentro del periodo señalado por ley.

Y el INE, según el artículo 289 de la Ley fundamental del Estado en sus numerales 16, 11, 12 y 13, tiene el deber de tener todos estos instrumentos y mecanismos para organizar la encuesta censal, por mejores días para todos los bolivianos, por el pacto fiscal, por la integración democrática, por recuperar la nacionalidad e identidad boliviana, por una Patria sin discriminación y violencia, en aras de desarrollo con bienestar. Pueblo de Bolivia, el censo debe ser aquí y ahora.

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