domingo, mayo 12, 2024
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Reunión de prefectos y alcaldes

La “Primera Conferencia Nacional de Prefectos y Alcaldes”, de los nueve departamentos, fue propiciada, hace 50 años, por el gobierno que surgió el 21 de agosto de 1971 (1). Primera vez, en la historia Patria, que autoridades político – administrativas y municipales, se reunieron, a fin de debatir temas de interés común, aunar voluntades e intercambiar experiencias, en la búsqueda del progreso y bienestar para sus regiones. Con una predisposición, además, para superar el regionalismo, que ha sido, hoy como ayer, una rémora para el desarrollo. Cada uno de los representantes locales abordó, en la mesa de los debates, los planes y proyectos, que tenían trazados para trabajar, en el marco de sus posibilidades económicas.
La iniciativa, para plasmar dicha Conferencia, partió del Ministerio del Interior y se realizó en la ciudad de La Paz, entre el 22 y 25 de abril de 1972. Faltando pocos meses para que se cumpliera el primer año de esa gestión gubernamental. Evento que fue respaldado, indudablemente, por dos partidos tradicionales, quienes, obviando diferencias político-ideológicas, decidieron ser parte de ese régimen cívico-militar, de turno.
“El buscado entendimiento entre los bolivianos ya es una realidad; ustedes, señores Prefectos y Alcaldes, son una vivencia de este acuerdo nacional, ya que representan en sus distritos la unidad de los dos partidos más grandes de Bolivia. El pueblo nos exige respuestas y soluciones reales a sus problemas. La demagogia y las habituales falsas promesas no caben en el esquema de nuestro gobierno”, afirmó, en el inicio del evento, el ministro del Interior, Mario Adett Zamora. “Debemos obrar con valentía y honradez, con decisión encarando la solución de los requerimientos que se nos plantea sin medir esfuerzos”, reiteró (2).
El propósito fue, posiblemente, inspirar confianza en la ciudadanía, para lograr la consolidación del gobierno, que era objeto de resistencia, en ciertos sectores. Había que ganar tiempo, indudablemente, para atraerlos a éstos, a fin de hacer realidad, los enunciados de la revolución nacionalista. De ahí que se imponía escuchar sus sueños y realidades, sus programas y proyectos, en voz propia de sus autoridades. Había que aprovechar la predisposición ciudadana para trabajar, en función de gobierno, por el bien común.
“Quiero creer que, a partir de este momento, las obras departamentales que realizan y proyectan realizar las Prefecturas y Alcaldías, tendrán un nuevo y vigoroso impulso como resultado lógico de este encuentro tan necesario y auspicioso, que encaja perfectamente en los propósitos del Gobierno Nacionalista que presido”, señaló, a tiempo de clausurar las sesiones respectivas, el presidente de la República, Hugo Banzer Suárez. “Yo os digo, señores Prefectos y señores Alcaldes, que sin reparar en desvelos y sacrificios, nuestra palabra empañada será cumplida con el trabajo incesante, con la austeridad en el manejo de la cosa pública y con honradez personal acrisolada”, subrayó (3).
En suma: prefectos y alcaldes se reúnen, en cualquier momento, desde entonces.

NOTAS
(1) Ministerio del Interior: “Primera Conferencia Nacional de Prefectos y Alcaldes”. Editora Urquizo Ltda., La Paz – Bolivia, 15 de julio de 1972. 286 páginas.
(2) Ídem, pág. 12.
(3) Ídem, pág. 248 y 249.

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