Es importante cuidar las exportaciones

Bien se puede sostener que en todos los niveles de la vida nacional se afirma que las exportaciones significan divisas y la tenencia de ellas determina que la economía logre un desarrollo importante. Cuanto más exporte un país, asegura mercados, abre posibilidades para la apertura a nuevos clientes, alienta a sus propios trabajadores para aumentar la calidad y cantidad de lo producido, da nuevas posibilidades de empleo y fortalece el Producto Interno. Descuidar las exportaciones es desangrar la economía, porque lo conseguido con lo vendido por efecto de exportar permite aumentar el peculio que tenga el país, con el que se atiende el rubro de importaciones, tanto de materia prima como de maquinaria y repuestos que son necesarios para no paralizar la producción.
Es importante entender que exportar es carta de presentación de la mucha o poca bonanza que tengamos; cuando son disminuidas las exportaciones, prácticamente lo que se hace es anular compradores ya asegurados, que para atender a su clientela se ven urgidos a buscar y contratar nuevos proveedores. Cuando se produce esto y se quiere volver a contar con ese comprador, resulta imposible, porque él no puede ni debe jugar con la economía de ambos: productor y receptor de lo exportado.
Es importante que este rubro de la economía, referido a las exportaciones, no sea motivo de descuido ni del gobierno ni de los empresarios; al contrario, es urgente apoyarlo permanentemente, tanto en lo que se refiere a derechos arancelarios, como impositivos y otros que siempre pueden estar expuestos a variantes perjudiciales. Es muy importante que el país asegure buenos precios, preferencias para las materias primas y para la provisión de repuestos, tres rubros importantes que están ligados muy estrechamente a las operaciones económicas que se lleven a cabo, al margen de lograr nuevos clientes.
Debemos convenir en que es muy imprescindible no disminuir las exportaciones y, por el contrario, tratar de incrementarlas con el agregado de calidad y puede ser de nuevos productos. A veces se dice que “primero se debe atender el mercado interno”; está muy bien el aserto, pero siempre que haya la suficiente cantidad, pero no se debe perder de vista que lo vendido fuera de fronteras implica cobrar en divisas que el país requiere siempre con urgencia, tanto para atender los rubros de importación como de exportación, además de cuidar su balanza de pagos con el ahorro que significan los depósitos de recursos económicos recibidos.