lunes, junio 17, 2024
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Quiroga asegura que no llamó a excomandante de la FAB

El expresidente de Bolivia, Jorge Quiroga Ramírez, aseguró ayer que no conoce al excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Jorge Terceros, y no lo llamó para autorizar la salida de Evo Morales en 2019, como dijeron algunas exautoridades. Esta afirmación coincide con la del exjefe militar que aseguró que no tomó contacto con ningún político.

“Desde que he dejado la presidencia no conozco, no hablo, no socializo con ningún militar ni policía activo. Al señor Terceros no lo conozco ni en pintura, por televisión y fotos quizá”, dijo Quiroga.

El 13 de marzo de 2021, en su declaración ante la Fiscalía, la exministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, aseveró que Jorge Quiroga, sin ningún cargo público en la crisis poselectoral de 2019, instruyó que el avión donde se encontraban el expresidente, Álvaro García y Gabriela Montaño despegue hacia Lima (Perú).

“Tuto habla con el comandante de la Fuerza Aérea y le instruye que emita la autorización de despegue de la nave donde se encontraba Evo Morales, a lo cual el comandante consultó sobre si debe despegar sólo Evo Morales o también sus acompañantes que eran Álvaro García Linera y Gabriela Montaño, a lo que Tuto Quiroga le dijo: ‘no… no hay problema los tres están autorizados”, relató Morales.

“La pregunta que yo me hice en ese momento es ¿quién era Tuto Quiroga para darle instrucciones al comandante de la Fuerza Aérea del Estado, si él (Tuto) no era ni diputado ni ministro ni autoridad de ningún tipo? Solo contaba con el consentimiento de Carlos Mesa, (Samuel) Doria Medina, (Rolando) Villena y Jerjes Justiniano”.

Tuto colgó el teléfono y les dijo: “Ya está Adriana… va a despegar Evo Morales… así que comenzaremos la reunión”, prosiguió Morales en su declaración.

 

PATRAÑA

Quiroga aclaró que pasadas las 16:00 del 11 de noviembre de 2019, cuando estaba entre su domicilio y su oficina, el embajador europeo le informó que la reunión se postergaba, porque el avión mexicano no pudo ingresar a Bolivia a recoger a Morales y que este se encontraba de retorno en Perú, porque se hubiesen producido discordancias sobre el tipo de autorización que se requería para un avión militar.

“Me manifestó su preocupación por el enorme daño a la imagen internacional de Bolivia si esto no se solucionaba (situación parecida a la de Venezuela en abril de 2002, cuando a Chávez se le negó la salida al asilo), inquietud que compartía plenamente. El Embajador me avisa que los representantes del MAS condicionaban el inicio del diálogo al ingreso de la aeronave mexicana para permitir la salida de Evo Morales, que por tanto este quedaba suspendido. Después me pregunta si respaldaba que se materialice el asilo, puesto que por mi larga trayectoria de defensa de asilos y refugios en la región, sería una señal positiva e importante que querían transmitir externa e internamente, además de solicitarme que la respalde públicamente una vez se consume. Le señalé que era un demócrata constitucional consistente, y no oportunista, que pedía asilo para mis amigos y los respetaba para mis adversarios, siempre y en todo lugar”, apuntó.

Aclaró que el embajador y la Iglesia le solicitaron si podía averiguar sobre las dificultades de ingreso del avión mexicano y transmitir la preocupación de la comunidad internacional e Iglesia a algún funcionario aeronáutico, porque ellos no estaban teniendo éxito en sus pedidos.

“Le señalé que con gusto si me conseguían, por vías diplomáticas, el teléfono de algún oficial responsable, ya que no conversaba con ningún  integrante de la Fuerza Aérea, ni de ninguna otra Fuerza, desde que deje el gobierno hace muchos años; y siempre y cuando la posición de suspender el diálogo, por este motivo, me la transmita la senadora (Adriana) Salvatierra, para evitar tergiversaciones o manipulaciones posteriores que nos sindiquen de estar expulsando a un Presidente contra su voluntad, como sucedió en Honduras el 2009. A los pocos minutos la senadora me ratifica la exigencia masista: la reunión de pacificación no se podía instalar hasta que el avión mexicano ingrese al país para llevarse a Evo Morales”, explicó.

En ese marco apuntó que le facilitaron el teléfono de un oficial de alto rango de la FAB, a quien no conocía, no conoce y solo conoció su voz. “Tomé contacto con este oficial atendiendo el pedido expreso de: a) los miembros de la Conferencia Episcopal que convocaron al diálogo para la pacificación del país, b) los representantes de la Unión Europea y España, que transmitían también la posición pública del Estado mexicano, y c) el urgente pedido y condición de la senadora Salvatierra a nombre del MAS. Lo hice para averiguar qué había sucedido y transmitir el pedido de los mediadores internacionales, y de la Iglesia, de que se respete un asilo consolidado, porque el mismo se había solicitado, otorgado y contaba con salvoconducto expedido”, dijo.

Simultáneamente, los mediadores, autoridades mexicanas y varios diplomáticos en la región también hacían gestiones.

“El oficial al que transmití las inquietudes me tranquilizó al señalar que hubo un malentendido horas antes, que este se había solucionado y que el permiso ya había sido expedido y transmitido. Informé eso a los mediadores, quienes apremiados por instalar la reunión de pacificación me preguntan si había un permiso escrito, lo solicité y cortésmente este me fue enviado poco después de las 18:00. El permiso  para el ingreso del avión mexicano a Bolivia era válido desde las 13:00 hora Bolivia, también autorizaba la inmediata salida a México, y el permiso tenía validez de tres días”, dijo.

En ese marco aclaró que el malentendido con el permiso de la FAB había sido solucionado antes de sus comunicaciones.

“A las 18:07 envíe el permiso de ingreso aéreo a los mediadores y a la senadora Salvatierra, mientras estaba en camino a la Universidad Católica Boliviana (UCB) (para la reunión)”, apuntó.

 

REUNIÓN

Asimismo, aclaró que la primera reunión, la noche del 11 de noviembre, no se pudo instalar porque la senadora Salvatierra hablaba por teléfono frecuentemente y adicionalmente exigió que no era suficiente que el avión mexicano pueda ingresar, que ahora era necesario que la nave esté fuera de Bolivia con Morales a bordo y que ella no estaba autorizada a reunirse hasta que eso suceda.

Esto causó una tremenda angustia en los miembros de la Conferencia Episcopal, preocupados, como todos, por la violencia que azotaba al país. Además -dijo – el MAS insistía en la exigencia que monseñor Scarpellini llame a autoridades del Ministerio Público para que garanticen que no existan mandamiento de apremio en contra de sus dirigentes.

“Scarpellini difundió después un video grabado donde llamaba a la paz en las calles y pedía públicamente a autoridades de Fiscalía que no se expidan mandamientos de apremio contra ninguna de las partes en conflicto”, recordó.

Al día siguiente informó que había conversado con varias autoridades del Ministerio Público pidiendo esto mismo de forma directa.

“Dirigentes del MAS hoy mienten señalando que Quiroga “daba órdenes desde la reunión”. Falso, por cuatro razones: La primera porque la reunión no se podía instalar sin alguna señal que el avión mexicano podía ingresar a Bolivia, lo cual era condición previa para iniciar el diálogo. Segunda, el permiso había sido expedido bastante antes de que intentemos reunirnos en la UCB. Tercera, la reunión no se produjo, esta abortó por la nueva exigencia de que solo se podía dar cuando Morales salga de Bolivia, para lo que restaban aun varias horas. Cuarto porque a la hora que intentamos reunirnos el avión mexicano estaba casi listo para despegar de Lima (aterrizó en Chimoré a las 21:09), por lo que en ese momento la situación se manejaba en Lima, entre mexicanos y peruanos. Eso demuestra que es ridículo, y una patraña, aseverar que eso se hacía desde Bolivia”, dijo.

Aclaró que alrededor de las 19:00 todos se retiraron a sus domicilios, o a residencias diplomáticas en el caso de la representación del MAS.

“Esto para desmentir la fábula propalada por dirigentes del MAS, bajo falso testimonio, de que permanecimos en la UCB hasta que el avión mexicano despegó horas más tarde. Absolutamente falso, como lo consigna claramente la Memoria de la Iglesia.

Quiroga acudió ayer a la Fiscalía de La Paz para prestar su declaración en calidad de testigo por el caso denominado golpe de Estado I, donde exjefes militares, exministro y la expresidenta están imputados por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración.

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