Enfrentamos un momento muy difícil. A los estragos económicos provocados por la pandemia de Covid-19, ahora se suman las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania. Para enfrentar esta realidad debemos tender puentes que vinculen adecuadamente al Gobierno nacional, alcaldías, gobernaciones y los empresarios.
Como Cámara Nacional de Comercio reiteramos en varias oportunidades la postura institucional de promover la unidad empresarial de todos los sectores y regiones del país, y relaciones de cooperación con el Gobierno para cumplir los objetivos de mayor crecimiento económico.
El Gobierno aplica el Modelo Económico Keynesiano, caracterizado por el incremento del gasto público y una mayor intervención del Estado, para de esta forma estimular la demanda. Debemos reconocer que la reactivación económica aún no llegó a todos los sectores. Muchos siguen con problemas de diversa naturaleza y se estima que pasarán algunos años para alcanzar los niveles prepandemia. Entre éstos podemos citar al turismo, que con el adecuado incentivo retomaría el impulso perdido recién en el año 2025.
Por iniciativa del sector privado, en la segunda quincena de marzo pasado se llevó a cabo la primera cumbre empresarial para la reactivación económica post-pandemia, y se consensuó que el desarrollo del sector productivo pase por tres pilares: Complementariedad, sustentabilidad y diversidad.
De estos tres pilares se desprendieron nueve acciones para asegurar la reactivación productiva nacional, que son:
Lucha decidida y efectiva contra el contrabando. Es una actividad ilícita que se constituye en el mayor problema de todo el sector productivo; se relaciona con la informalidad, las dificultades para el acceso al financiamiento, la imposibilidad para ampliar la capacidad productiva y el deterioro de las condiciones laborales.
Formalizar el sector productivo. Tarea que precisa de una política de simplificación y facilitación de trámites, eliminando la burocracia estatal. Las barreras, la permisividad y los cuellos de botella en las instituciones públicas han empujado a muchos actores a la informalidad.
Regulación equitativa y fácil de cumplir. Es necesario modernizar la normativa tributaria, laboral y comercial que rige al sector productivo.
Modernizar y profundizar el acceso al crédito. Llegar a más sectores usando nuevas tecnologías y sin afectar la sostenibilidad del circuito financiero.
Alianzas Público Privadas (APP) para el desarrollo productivo. Esto solo será posible ajustando las normativas de inversiones, empresas públicas y de conciliaciones.
Integración de los productores a través del desarrollo de mercados. Se debe partir por integrar primero a los mercados locales, con la perspectiva final de exportar.
Formas de producción en un marco de desarrollo sostenible y sustentable. Tal vez la acción más importante que beneficie a toda la población es ser conscientes de la necesidad de promover una producción que cuide el planeta, generando nuevas oportunidades de mercado y financiamiento, desarrollando productos con alto valor agregado.
Generar Políticas de digitalización, innovación y género transversales. Todas las políticas públicas deben enfocarse desde una perspectiva de desarrollo innovador, con equidad de oportunidades en un entorno digital.
Cambio de la matriz energética para la sustitución de importaciones. El reto que debemos afrontar es desarrollar energías alternativas.
El sector privado es un actor relevante en la economía nacional; genera más del 70% del Producto Interno Bruto y más del 80% del empleo formal y digno. En este ámbito es importante que se garantice la seguridad jurídica para atraer inversiones y promover la libre empresa.
Solicitamos al Gobierno que reconozca la importancia de los acuerdos con los distintos actores económicos y así convertir al país en la bisagra que conecte los mercados del Mercosur y la Comunidad Andina, formar parte de los acuerdos globales Asia-Pacífico y otros tratados multipaíses y multiregión, como la Comunidad Económica Europea.
Por otra parte, la Constitución Política del Estado prevé el Modelo Económico de la Complementariedad, que es el accionar de las diferentes formas productivas que conviven en el país. Esta complementariedad también tiene factores de eficiencia, ya que permitirá explotar el potencial productivo en su totalidad.
Este modelo será posible si tendemos puentes entre Gobierno y empresarios, para poder trabajar en acuerdos público-privados, que permitan el fortalecimiento mutuo en beneficio del desarrollo de la economía social y plural, que nos permita definir estrategias para ubicar y aprovechar nichos claros de producción, así podremos ubicar al país en el mapa económico mundial.
Esperamos mejores días para todos, y para ello estamos dispuestos a trabajar para lograr mayor desarrollo económico y bienestar social para los bolivianos. De esta forma, con capacidad ampliada, juntos podremos encarar exitosamente las pruebas que nos imponen realidades externas, aplicando liderazgo, creatividad y resiliencia.
El autor es Economista, licenciado en la UMSA, doctorado Ph.D. en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina y Académico de Número de la ABCE (Academia Boliviana de Ciencias Económicas).