Los puertos de Antofagasta y Arica son estratégicos para el comercio exterior de Bolivia. Arica tiene una conectividad con aproximadamente treinta ciudades y con más de veinte millones de consumidores. A través de este puerto circulan mercaderías desde y hacia Europa, América del norte, centro y sur.
Del total de exportaciones en valor que realiza nuestro país, el 18% utiliza este puerto y el 31% lo utiliza como vía de entrada. Durante el 2020 la carga boliviana representó el 75% del total de carga movilizada en el puerto de Arica, siendo aproximadamente un 42% de exportación y 33% de importación. A través de Antofagasta se exporta aproximadamente el 80% de la producción de minerales de Bolivia.
La logística que maneja este puerto es relevante, ya que en 2020 recibió 40.285 camiones y despachó 50.274. Por otra parte, fueron descargados 40.161 contenedores y embarcados 19.244. Con el fin de mejorar las condiciones de uso para el empresariado boliviano, la Terminal Puerto Arica ha llevado adelante mejoras en su infraestructura, por ejemplo, el aumento de calado operativo de los sitios, con lo que se puede atender a naves de mayor tamaño, menor tiempo de tránsito y menores costos en fletes marítimos de hasta 600 dólares por contenedor.
Las ventajas que presenta este puerto son el despacho full y desconsolidados; poseen equipo especializado para trabajar las naves en condiciones de marejada, la relación entre equipo y carga es una de las mejores de la región. Así también, se aplica la metodología del despacho directo con objeto de beneficiar a los importadores, disminuir el tiempo de espera y con un costo cero.
La implementación del Ferrocarril La Paz-Arica haría sinergia con el Puerto de Arica y las exportaciones bolivianas serían más competitivas, ya que los costos de transporte se verían reducidos, al mover grandes y diversas cantidades de mercancías en largos recorridos. Además, el ferrocarril tiene baja siniestralidad, es poco contaminante, y no tiene problemas de congestión de tráfico.
Toda esta actividad de comercio tiene vínculos en la reducción de la pobreza, las perturbaciones comerciales, que se entiende como aumentos o disminuciones rápidas del comercio, afectan a los pobres y una buena política comercial puede asegurar que los beneficios se distribuyan más ampliamente, pues la relación entre el comercio, el crecimiento y la reducción de la pobreza es innegable.
Los empresarios debemos promover en el país, por todos los medios a nuestro alcance, el incremento de la actividad comercial legal, que vendrá como consecuencia de un aumento de la actividad productiva en todos los sectores, lo cual permitirá reducir la pobreza de manera sostenida y revertir ese 80% de mano de obra generada por el sector informal.
Asimismo, precisamos de la colaboración del Gobierno, para que otorgue seguridad jurídica y garantice las inversiones privadas, promueva un estado de derecho y que haga cumplir las leyes y normas vigentes, sea firme en la lucha contra el contrabando y toda actividad ilegal que genere competencia desleal y ponga en riesgo el Plan de Sustitución de Importaciones. El contrabando llega a aproximadamente 3.000 millones de dólares, que significa el 7% del PIB, generando una evasión fiscal de unos 500 millones de dólares.
Desde la Cámara Nacional de Comercio, consideramos que la reducción del comercio ilegal permitiría el resurgimiento de la producción nacional, que creará más fuentes de trabajo y sustituiría la mano de obra informal, para reactivar la economía del país.
El autor es Economista, licenciado en la UMSA, con Post Grado; Doctorado Ph.D en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina y Académico de Número de la ABCE (Academia Boliviana de Ciencias Económicas).